Creo que tengo que empezar a bajar el ritmo. Ya no puedo salir sola con el Chiquinini si no es para una distancia corta, que él pueda hacer andando sin cansarse ni aburrirse, ni decidir jugar a correr o a subirse en todos los bordillos y saltar. El otro día lo hice (salir sola con él para un buen paseo) y mi velocidad era más baja que la de un caracol, no podía con mi alma, menos aún con la silla de Chiquinini. Como viene ocurriendo desde hace unos días cuando me esfuerzo más de lo debido, tuve más contracciones de las habituales, que hasta ahora habían sido muy esporádicas.
Esto no me pasó en el otro embarazo, pero claro, no tenía un niño pequeño en casa.
Tampoco tuve la sensación que ahora tengo de malestar en la parte más baja del vientre; siento como una gran tensión y pinchazos. ¿Puede ser que el bebé se esté encajando y por eso esté más molesta y hoy tenga que andar más despacito?
El Chiquinini nunca llegó a encajarse, así fue el parto, claro…pero eso me permitió andar con normalidad hasta el final, y no en modo-pato.
En fin, creo que empezaré a tomármelo con más calma. Mi trabajo ahora mismo me permite estar casi todo el tiempo sentada, así que no debería ser un problema. Lo que tengo que hacer es tomarme con más calma el resto del tiempo. No ir con prisas, no hacer mil cosas, y abusar un poco de los dibujos y el Cantajuego cuando esté sola con el Chiquinini, aunque no me guste. Porque la verdad, casi le veo más riesgo en relación con el embarazo a estar con él en casa, que es un no parar, que a estar en la oficina.