Luis Vargas Alejo, Luvar
Cara al océano hirvientese desaliña los sueños y el pasado,
se va deshaciendo con el estruendo suicidade las olas contra la costa.
Ya de espaldas a la mar decide el resto de su vida y murmura para sí un grandioso futuro.
Abrazada a la desolada bahíase abandona a las penetracionesde la multitud,recién nacida al instante inolvidablede la hermosura que se presta.
Pichy