Un hombre en tren. Un atentado.
El hombre pierde la memoria.
Su mujer lo encuentra entre decenas de cadáveres desarmados.
Comprende que no la reconoce.
Le dice al joven psicólogo de la policía que no es él, no es su marido, y se marchan despacio.
Ella llora.
Poco después otra mujer observa al hombre del tren.
—Tenemos tres hijos —le dice.
El hombre trata de sonreír.
Visto en apocalipsis cotidiano
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