Las palabras, y el tono en la que las utilizas, pueden beneficiarte o perjudicarte.
Es fácil decir lo que se piensa y se siente, pero no todas las personas estan preparadas para oir ciertas palabras, temas, creencias o pensamientos.
Esto no significa que tengas que decir mentiras para ganarte el aplauso de los demás, tampoco es necesario ridicular ni criticar a otr@s.
Aprender cuándo hablar y cuándo callar, es algo que se aprende con los años y después de sentirte ridícul@ y avergonzad@ en innumerables ocasiones.
Las palabras que salen de tu boca, al igual que tus actos, siempre tienen consecuencias.
Elige palabras que expresen cosas buenas de ti y de los demás.