Revista Coaching
El título de este artículo constituye lo que llamamos una paradoja, es decir, una idea o frase que parece contradictoria y verdadera simultáneamente. La gran utilidad de las paradojas es su potencialidad para generar cambio y desarrollo.
Si eres un visitante frecuente de este sitio recordarás que este título constituye, también, una de las 12 creencias limitadoras más frecuentes que afecta a la productividad de los trabajadores de la Sociedad del Conocimiento (o Información): no saber decir No a las peticiones que reciben de otros…, e incluso, de sí mismos.
¿Te resuenan algunas de estas descripciones?
A veces…
¿Me siento obligado a complacer a los demás porque, de otra forma, me sentiría culpable?
¿Temo que los demás dejen de aceptarme, apreciarme o quererme si les digo NO?
¿Frecuentemente digo SÍ a las peticiones de los demás aunque, a veces, perjudique mis prioridades con mi familia, ocio, bienestar corporal o mental, etc.?
¿Continuo aceptando obligaciones y responsabilidades hasta el agotamiento sólo porque no se decir NO?
¿Me enorgullezco de mi generosidad, colaboración, disponibilidad, “buen rollo”, etc., a pesar de creer que mi incapacidad de decir NO puede ser la causa de problemas en mi vida personal, familiar o en mi propio desarrollo profesional?
¿Me siento estresado, quemado, resentido o, incluso, como un felpudo, porque no me atrevo a decir No en algunas ocasiones?
Un problema más grave que lo que parece
Cada vez que dices SÍ a una petición estás diciendo NO a otra cosa. Cuando inviertes tu atención y energía (otros lo llaman tiempo) en la ejecución de tareas o actividades que no están alineados con tus intereses, propósitos y prioridades, estás diciendo NO a otras más importantes que podrías estar haciendo en su lugar.
Está claro que es más fácil decir SÍ, pero reflexiona un momento en las consecuencias que genera tu conducta de elegir, voluntaria o involuntariamente, las peticiones/necesidades de otras personas frente a tus propias necesidades o prioridades.
¿Cuál es el impacto en los distintos ámbitos de tu vida? ¿Cómo afecta a tu auto-estima? ¿Cuál es el mensaje que estás enviándote a ti mismo y a los que te importan? ¿Qué ejemplo les transmites? ¿Es esto lo que, de veras, quieres?
Una palabra poderosa
NO es una palabra que encierra un gran poder porque te sirve para establecer los límites y la claridad de lo que estás dispuesto a hacer y a no hacer. Es una palabra que comunica tu poder no sólo hacia fuera sino, también, hacia dentro de ti.
Usar el No te permitirá incrementar tu productividad – los resultados que consigues – cuando reconozcas y aceptes que no se trata de una palabra negativa ni egoísta. Cuando aprendes a decir NO liberas tu atención y tu energía para utilizarlas en la ejecución de tus prioridades.
Tus acciones prioritarias son las que te conducen al logro de tus metas, es decir, a vivir la vida que quieres vivir.
Cuando dices NO aumentas el valor de las cosas a las que dices SÍ.
¿Cómo decir NO?
Decir NO es una habilidad que algunos no han desarrollado aún suficientemente.
Existen varias técnicas cuya efectividad depende de las características y preferencias de cada uno. Una de las que más me ha funcionado es:
1. Escucha la petición completa con gran atención
2. Solicita clarificación y especificidad, cuidando no crear falsa esperanza de aceptación
3. Evalúa tu capacidad para satisfacer la petición. No necesitas excusarte. El peticionario entenderá tus razones/argumentos
4. Ofrece un compromiso. Explora si puedes/quieres ofrecer un compromiso sobre una parte de la petición o su aceptación en otro momento en que tengas disponibilidad
5. Sugiere otras opciones - otras personas o recursos
6. Expresa tu pesar y di NO. Manifiesta tu sentimiento por no poder ayudar, seguido de un claro NO, evitando “pedir perdón”
7. Concluye la conversación en tono positivo. Coloca sobre la mesa otro asunto o proyecto en marcha
Puedes descargar aquí la plantilla original completa (en inglés).
Resumen
Decir NO es una de las principales declaraciones de que dispones como ser humano y sirve para preservar tu integridad. No es una palabra negativa ni egoísta.
Decir NO a las peticiones que recibes de otros y que no están alineadas con tus intereses es decir SÍ a la ejecución de las acciones que conforman tus objetivos y tus metas personales. A vivir la vida que quieres vivir.
Decir No te libera de situaciones estresantes y alimenta tu autoestima.
Decir NO es una habilidad. Por tanto, puedes aprenderla y desarrollarla.
“La explicación es muy sencilla: lo que no haces determina lo que puedes hacer.” – Tim Ferris
Por Jaime Bacás, Socio de Atesora, para TALENTO