Revista Diario

Decisiones difíciles

Por 1maternidad_diferente

Como supongo que dedujisteis si leisteis el post titulado "Te doy mi cuerpo", he decidido no interrumpir mi embarazo. Es mi decisión, única e intrasferible, y creo que la principal razón para tomarla quedaba muy clara. Pero me gustaría explicar un poco más al respecto.

He decidido no interrumpir mi embarazo porque, a pesar de que los días y/o horas de vida de mi pequeña estén ya contados, no encuentro las fuerzas para ser yo la que ponga fin a esos días, horas o minutos.

Al principio, pensaba que no iba a tener fuerzas para afrontar un embarazo con un pronóstico tan triste y cierto a la vez. Pero, poco a poco, me he dado cuenta de que para lo que no tengo fuerzas es para "afrontar" una decisión que, en realidad, no quiero tomar. Por eso, cuando finalmente fuimos de nuevo al médico, pude verbalizar mi deseo con voz clara, firme y segura.

Mi marido tenía dudas, que ya habíamos discutido. Pero acordamos que aprovecharíamos la visita médica para solucionarla. Y el ginecólogo le ha explicado exactamente lo mismo que le dije yo, que no había más riesgos para mí por continuar este embarazo que los que van asociados a cualquier embarazo. El hecho de que haya malformaciones no aumenta los riesgos.
Mi regalo
Yo ya había resuelto en mi anterior visita una de mis principales dudas. La del bienestar del bebé. En ese caso, la ginecóloga que nos atendió no pareció entender demasiado bien la pregunta, pero me dejó claro que mi bebé en el útero está bien, aunque en cuanto nazca morirá si no lo hace antes.

Por eso yo he decidido "regalarle" mi cuerpo a mi bebé. No hay riesgos para mí, más allá de los emocionales. Pero interrumpir voluntariamente este embarazo no acabará con mi dolor. Mi Pequeña Flor está bien en mi útero. Para mi eso es suficiente. Y, por supuesto, tengo claro que esta decisión me acompañará toda mi vida.

Todas las opciones
Pero también me gustaría expresar lo que ya decía al principio, que mi decisión es única. Que en estos posts he recibido algunos comentarios de personas claramente posicionadas en contra del aborto, felicitándome por mi decisión. Mi decisión es para mí y no necesita palmadas en la ni felicitaciones.

Y aún así, entiendo perfectamente y con el corazón en la mano, a las madres y familias que optan por la opción contraria. Yo misma, hace unos años, me enfrenté a una decisión similar de manera radicalmente opuesta. En mi primer embarazo el triple screening me dio riesgo alto de Síndrome de Down y, aunque el pliegue nucal estaba bien, decidí hacer una amniocentésis.

Obviamente, fue una decisión informada, teniendo en cuenta que era una prueba invasiba y el riesgo de aborto que conllevaba. Y me la hice teniendo muy claro que si el resultado era positivo, interrumpiría el embarazo.

Otro día una madre me contaba que interrumpió su primer embarazo, a las 19 semanas, por unas cardiopatías confirmadas e incompatibles con la vida. Y yo no podía sino darle la razón ¿Qué madre se enfrentaría a una primera gestación con la presencia de ánimo que te da un diagnóstico tan nefasto?

La maternidad es un camino, diferente para cada madre. Tomar una elección u otra no nos hace ni mejores ni peores personas, simplemente diferentes. Como nuestras maternidades, cada una diferente.


Volver a la Portada de Logo Paperblog