Por Antonio José Masiá. Entender cómo funciona nuestra mente es en parte entender cómo desarrollamos ciertas estrategias o comportamientos que nos llevan a los resultados que obtenemos y, en este sentido comprender cómo funciona el autocontrol resulta crucial.
En los años sesenta, Walter Mischel junto con algunos de sus alumnos, inició un estudio conocido como " el test de la golosina". El estudio consistió en someter a niños en edad preescolar a un dilema. La demora de obtención de una recompensa.
Se les daba a elegir entre una recompensa inmediata u otra mayor si esperaban, siempre solos, unos veinte minutos. Las recompensas eran básicamente golosinas, galletas, chocolatinas, etc. Todo un mar de tentaciones para los pequeños.
Según cuenta Mischel, las estrategias y la creatividad que desarrollaban algunos de los niños eran realmente sorprendentes. El resultado del estudio fue bastante inesperado ya que el comportamiento de los niños ante la demora de las gratificaciones o recompensas, podría servir para realizar importantes predicciones a cerca de cómo sería su vida futura.
Cuanto mayor era la demora conseguida, a la edad de 4 ó 5 años, mayores eran la puntuaciones que obtenían en los resultados escolares y mejor era el comportamiento social y social en la adolescencia.
A edades comprendidas entre los 27 y los 32 años, los que habían conseguido mejores resultados en el test, tenían el IMC más bajo y un mejor alcance en sus resultados a largo plazo.
Es decir, según las conclusiones del estudio de Mischel, "existe una relación entre el autocontrol y la capacidad de alcanzar nuestras metas a largo plazo."
Decidir rápido o decidir lento
El cerebro está compuesto por dos sistemas de pensamiento. El sistema caliente y el sistema frío. El sistema caliente es lo que se conoce por sistema límbico, compuesto por estructuras cerebrales muy primitivas cuya función es la de regular impulsos y emociones esencialmente encaminadas a nuestra supervivencia, desde el miedo y la ira, hasta el hambre y el sexo entre otras.
Se activa de forma automática sin apenas tener tiempo para pensar o reflexionar sobre lo que realmente está pasando, por lo que la acción inmediata es el único resultado posible.
Por otro lado el sistema frío, estrechamente conectado con el caliente, está relacionado con las estructuras más evolucionadas del cerebro, siendo su estructura principal el cortex prefrontal. Este sistema es más complejo, reflexivo y cognitivo, y sobre todo más lento de activar.
Las raíces del autocontrol están precisamente según Mischel en este sistema, por lo que " cuanto más capaces seamos de enfriar nuestros pensamientos y demorar ciertos comportamientos, mayor capacidad de autocontrol seremos capaces de desarrollar, aumentando también nuestra capacidad de enfocarnos en el largo plazo alcanzando por tanto resultados de mayor valor."
"No siempre dejar algo para más tarde (procrastinar) es negativo. De hecho, procrastinar voluntariamente (o, si lo prefieres, "incubar" o "hibernar") puede llevar a evitar consecuencias indeseadas." Ruben Alzola
Llevemos esto a la vida real.
Te llega un mail en el que te ofrecen un curso online de inglés a muy buen precio según tu criterio espontáneo, y con tan sólo un vistazo rápido decides matricularte.
O estás en un gran centro comercial, entras en una gran librería, y sin más, decides comprarte dos de ellos porque te parecen interesantes con tan sólo haberlos ojeado por encima. Al final pasan meses o años en tu librería sin leer.
O bien te llama tu compañero de trabajo pidiéndote que le reenvíes las conclusiones de un proyecto que finalizasteis hace unos meses y que no encuentra porque es un desastre, y tú como eres buena persona, sacrificas tu efectividad dejando lo que estás haciendo para ir a tu archivo, encontrar la conclusiones y enviárselas a tu compañero.
¿Qué valor aportan estos comportamientos irreflexivos a los resultados que pretendes conseguir?¿Cuál es tu sensación de control tras esos comportamientos?
Lo más probable es que si actúas de inmediato te estés alejando de tu camino. Sin duda y desde mi propia experiencia, este tipo de comportamientos entendidos como habituales, no sólo pueden generar sensación de descontrol sino que nos alejan de la efectividad.
"Ni las palabras cuestan ni el tiempo es oro. Lo que convierte las piedras en oro - o las cosas en resultados - es dedicar tiempo a pensar en ellas." José Miguel Bolívar
Mantener el autocontrol
Cuando algo llega a tu radar mental, lo primero que tiende a activarse es tu sistema caliente, invitándote directamente a la acción sin apenas ningún tipo de reflexión. La solución a este problema es desarrollar el hábito de capturar. Con ello consigues dos cosas importantes.
En primer lugar, poner en marcha el enfriamiento de tu sistema de pensamiento, y en segundo lugar evitar dar cancha a todo aquello que llega a tu mente, consiguiendo con ello sentar buenas bases de cara a una gestión más eficiente de tu atención. Pero la cosa no termina ahí.
En algún momento tendrás que pensar y decidir, sobre todo aquello que has capturado, es decir, tendrás que procesar todo lo que hay en tus bandejas de entrada.
Es en esta fase donde realmente consigues enfriar el sistema de pensamiento contribuyendo realmente a tu efectividad, ya que lo emocional da paso a lo cognitivo a través de la reflexión, acotando además las posibilidades de que tu cerebro tome decisiones futuras de forma caprichosa.
OPTIMA3®, la metodología que usamos en OPTIMA LAB, te permite de forma natural enfriar tu sistema de pensamiento contribuyendo de forma directa a la mejora de tu efectividad, dado que te ayuda a realizar una eficiente gestión de tu atención e iniciar un proceso de toma de decisiones consciente y reflexivo para definir tu trabajo.
Este camino te llevará de forma natural a centrarte en lo que realmente aporta valor para tus resultados, poniendo el foco en el largo plazo.
¿Estás dispuest@ a enfriar tus pensamientos para mejorar tu efectividad?
Fuente: https://manuelgross.blogspot.com/2015/09/decisiones-lentas-o-rapidas-enfria-tus.html