Los derechos olvidadosSe ha escrito mucho de lo que debe hacer un buen convocante y/o moderador de una reunión, pero no se habla tan a menudo de los DERECHOS de los participantes a las mismas. De momento se me ocurren los siguientes:
- · Derecho a saber EXACTAMENTE el objetivo de la reunión y no acudir “a ver de qué va hoy el tema”. Si queremos suspense, leemos novela negra.
- · Derecho a que se nos diga claramente qué se espera de nosotros y evitar así comentarios condescendientes de tipo “pensé que por lógica vendrías con esa información”. La bola de cristal se la pediré a los Reyes, pero hasta enero …
- · Derecho a gestionar nuestra agenda y por lo tanto a que se inicie y se termine a la hora prevista… tomar nota : he dicho “prevista”
- · Derecho a preguntar si es absolutamente necesario asistir a la reunión, sin que el convocante se ofenda e identifique esa pregunta como una falta de implicación (en lugar de aceptar a veces, que ha convocado a la ligera).
- · Derecho a opinar sin miedo. Si el moderador sólo acepta ideas afines y asentimientos, que nos convoque a una “magnífica ponencia”, pero que no lo llame reunión.
- · Derecho a no aburrirse con monólogos sacia-egos.
- · Derecho al respeto. Siento cierta vergüenza escribiendo esto, pero a veces se pasa por alto… y es que tenemos tantas cosas importantes en la cabeza… Por cierto, eso de "es que yo me expreso así, ellos ya me conocen" : no sirve.
Pues eso, que de vez en cuando merece la pena recordar que esas “pobres personas” que tenemos encerradas en una sala, a parte de un "corazoncito", también tienen sus derechos.