Abigael Bohórquez
Revista Cultura y Ocio
si me callara,si me pusiera serio;si dejaraque el sacrosanto pudorrecatara esta dulce merced;si me fuera quedando como de aquí al olvido;si decayera mi semblante y me apesadumbrara,y sosegadamente contenidono revelara la inesperada gracia;si lo ocultara;si me fuera de bruces sobre mí mismoy me diera contra mi nombrey fuera la desmemoria de la flor;si anocheciera,y ninguna palabra mía diera fe del prodigio,por tan callando el trance de morir;si me opusiera a declarar;si me cerrara en negarque nada, nada es cierto, sino yo,dulcemente yo, puntual con mi esqueleto,y aceptara este resplandeciente temora confesar:¿qué soy, quién soy entonces,qué he sido sino el del siempre, el mismo,aquel que sólo ha dicho la verdady nada más que la más crudelísimaverdad?el que este día amanecidofúlgido de vejez,maravillado de regresar,el que, ahora,simple y sencillamente, se levanta,compone el pecho desvencijadoy declara,con un temblor de voz en lo que queda de palabra,diecinueve de enero, dos puntos,sólo era quete amo.