Revista Política
Después de conocerse que el auto del Tribunal Supremo confirma que Francisco Camps cometió un delito de cohecho impropio al aceptar trajes de la trama corrupta de la trama Gürtel --de forma «repetida y con opacidad»-- el presidente de la Generalitat valenciana ha tenido dos reacciones tan cínicas como contradictorias:
Por la mañana: «Estoy más feliz que ayer, más feliz» [...] «Esto termina antes de lo que me imaginaba, por lo que acabo de leer»...
Por la tarde: «Es un montaje donde Zapatero y De la Vega tienen mucho que ver» [...] «Todos los hechos son falsos» [...] «Es un tema de tres trajes, no de adjudicaciones irregulares en la Administración autonómica o de financiación irregular del Partido Popular»...
Por supuesto Mariano Rajoy permanece muy callado. Un «marianeo» más.