Si hay algo que me gusta de las casas escandinavas en invierno son las mantas y alfombras de pelo. Me encanta usarlas sobre sofás o a los pies de la cama, encima de la colcha o edredón. Dan un aspecto muy hogareño a las casas, además de que sirven para abrigarnos. Son perfectas para crear un acogedor rincón de lectura.