De esta novela ya tenéis reseña y hasta otro deconstruyendo, pero quería hablar de otro tema que toca esta novela que es el consentimiento. Aviso de que se vienen mucho SPOILERS. Sin más, comencemos:
Hay dos casos en lo referente al consentimiento sexual de Libby. El consentimiento se define como un concepto jurídico que hace referencia a la exteriorización de la voluntad entre dos o varias personas para aceptar derechos y obligaciones . En este caso hablamos evidentemente de un consentimiento sexual sin el cual se produce una violación o abuso sexual. Además, este consentimiento tiene que ser sin presiones externas y entusiasta y con todas las capacidades mentales en pleno funcionamiento. En el caso de esta novela se incumplen de una forma u otra todos los requisitos en los dos encuentro sexuales que se narra en la novela.
El primer momento es la violación, porque sí, es una violación, por parte de un compañero de trabajo. Borrachos llegan a casa de Libby donde empiezan a liarse. Ella le dice claramente que no quiere acostarse con él, él la ignora y lo hace igualmente. ¿Qué no ha entendido mucha gente? Que Libby le recuerda que se ponga el preservativo y que ni ella mismo tiene claro que es una violación. Pues bien, eso es parte de la cultura de la violación que está presente en todos los ámbitos de esta sociedad y que enturbian todo lo que concierne al consentimiento. Ni ella ni él son conscientes de lo que está pasando y cuando ella se enfrenta a la realidad es un shock terrible que le afecta a muchos niveles. Por parte de él, no quiere creérselo y se lo toma hasta mal cuando Libby le explica que ha sucedido realmente. Aquí yo tengo un pequeño problema con este momento porque no es responsabilidad de la víctima hacer pedagogía a su violados sobre qué ha pasado, pero bueno...
El otro caso donde el consentimiento es más que dudoso es en todas las relaciones sexuales de Libby con su expareja. Ella solo dio un consentimiento entusiasta la primera vez. El resto lo hacía un poco por hacer y por quitarse de encima a su novio que le insistía en exceso. Sí, insistir cuenta como coacción y, por tanto, como violación todo lo que pase después de esa insistencia. Aquí hay dos problemas básico: la falta de conocimiento sobre el consentimiento y la falta de comunicación. Libby no quería tener relaciones con su exnovio porque no las disfrutaba y, en lugar de hablar del tema, decide evitar la cuestión. Con esto no quiero que suene a que le estoy echando la culpa a ella porque nada más lejos de la realidad. Él no tendría que haber insistido y punto. Pero creo que es un problema la falta de entendimiento que hay en todo lo que se refiere al sexo y a la sexualidad sana. Sin embargo, esto supongo que daría para otra novela y para otro deconstruyendo entero.
Creo que es fundamental educar en el consentimiento, en las relaciones sanas, en la salud sexual y en el respeto mutuo. Y esto no es adoctrinar, es querer un sociedad mejor, más sana, más igualitaria y más justa. Libros como este ayudan a sacar estos debates y que se planteen temas tan importantes no solo para los jóvenes, sino para toda la sociedad. Espero que este libro se traduzca porque creo que todos deben leerlo.
¿Qué os ha parecido? ¿Qué otro libro debería analizar? Todo en comentarios y nos vemos en el próximo post.