En el deconstruyendo de hoy hago un resumen de un ponencia que hice en el XII Congreso Internacional de la Asociación Universitaria de Estudio de las Mujeres (AUDEM): "La misoginia en la literatura, la cultura y la sociedad. Una mirada al pasado y retos para el futuro" y que después fue publicada.
se ha añadido a una larga lista de productos culturales que demuestran que la sociedad odia todo lo que aman las adolescentes. Las adolescentes son continuamente retratadas y percibidas como tontas, sin gusto e histéricas, por lo que no es de extrañar que hacer una película que celebra la adolescencia femenina como algo positivo y parte esencial del proceso de crecer sea objeto de críticas por parte del público más conservador.
Si un producto cultural gusta a las adolescentes, automáticamente pierde valor y es válido para criticar y ridiculizar, como le sucedió a la saga C repúsculo, que fue objeto de un odio desmesurado. El problema de estas críticas no radica en que la saga no sea criticable, sino que las más comunes se centran en que la historia es cursi y no cumple con las normas de la fantasía tradicional. No es una crítica lógica, sino misoginia encubierta en un paternalismo que pretende educar a las adolescentes en lo que es la buena literatura y que mantiene la idea de que las mujeres no están capacitadas para tomar decisiones sobre sus gustos o aficiones Para las adolescentes, resulta complicado tener una afición o que les guste algo sin ser criticadas por ello, lo que ha supuesto que, durante mucho tiempo, sus gustos se hayan considerado placeres culposos. Sin embargo, cada vez son más las jóvenes que admiten abiertamente que disfrutan de un producto cultural y lo defienden sin vergüenza, causando así un efecto rebote en ciertos sectores de la sociedad.
Este odio a todo lo que gusta o interesa a las adolescentes no afecta solo a productos culturales, sino que es aún más pronunciado cuando en las artistas femeninas. Una artista que ha sufrido este tipo de acusaciones no solo por tener un público adolescente, sino por serlo y hablar de sus experiencias vitales es Taylor Swift. Su música es un diario de sus experiencias vitales, por lo que sus primeros álbumes están llenos de vivencias propias de una adolescente. Relatar estas experiencias provocó una oleada de críticas por parte de la prensa sobre su calidad musical, ignorando los 11 Grammy que ha ganado con los años. Billie Eilish, Rosalía u Olivia Rodrigo están viviendo situaciones similares, en las que, pese a su éxito, se pone en duda la autoría de sus canciones o se las considera niñas llorando por su vida amorosa.
La excusa que muchos esgrimen para atacar a las adolescentes fans es su forma de expresarlo al mundo. Cuando la banda One Direction se disolvió, cientos de fans manifestaron su tristeza en las redes sociales de forma vehemente, por lo que se les tildó de histéricas y exageradas al considerar que la disolución de una boy band no era un problema real. Con el fin de establecer comparaciones entre esta y otros tipos de reacciones similares en el ámbito masculino, baste mencionar la que tuvieron los culés cuando, el 5 de agosto de 2021, el jugador Messi abandonó el Fútbol Club Barcelona : centrar las críticas en la supuesta inmadurez de una adolescente de 15 años que llora o se frustra porque su banda favorita se disuelve y no considerar inmaduro a un hombre de 40 años que llora por la marcha de un futbolista de su equipo favorito demuestra que los criterios son diametralmente diferentes según el género, la edad e incluso el ámbito donde se producen determinadas reacciones.
Algunas hipótesis para explicar estas reacciones aseguran que están arraigadas en la llamada 'histeria femenina', que sentó sus bases como enfermedad mental en los XIX y XX y se convirtió en una de las enfermedades más comunes en las mujeres, con una amplia gama de síntomas. Sin embargo, a partir de los años ochenta, se entendió que la histeria no estaba asociada al hecho de ser mujer, sino que se trataba de una manifestación psicológica al trauma. Pese a que actualmente la histeria se considera una imprecisión médica, las consecuencias de este mito aún se perciben; puesto que sigue siendo uno de los insultos predilectos contra las mujeres que luchan por sus derechos. La relación entre la histeria y la adolescencia está en la suposición de que las adolescentes no controlan sus emociones y, por tanto, se excitan sin razón aparente. Actualmente se considera que esa excitación tiene una finalidad muy clara de marcar a un grupo social que tiene unos intereses comunes . En Red se muestra claramente la relación entre los sentimientos de Mei y sus amigas hacia 4Town y su identidad como grupo, llegando hasta el punto de que, cuando ven a otro compañero de clase, le suman a su grupo de amigas ya que tienen algo en común que hace que se perciban como parte de un mismo grupo.
Estas críticas sistémicas a todo lo que agrada a las adolescentes se están empezando a considerar como parte de la violencia simbólica que sufren las mujeres y que puede conllevar consecuencias extremadamente negativas que afectarán a las chicas durante toda su vida. Una de las más preocupantes es la misoginia interiorizada de muchas jóvenes. Al recibir todos estos mensajes negativos sobre aquello que se considera femenino por parte de la sociedad, no es extraño que interioricen el mensaje e intenten parecerse lo menos posible a esos falsos estereotipos. Muchas jóvenes y mujeres adultas han pasado por esta etapa de criticar todo aquello que les gusta a las demás mujeres. Estas chicas que critican a sus iguales lo hacen como mecanismo de supervivencia. Sin embargo, esta actitud trae como consecuencia que ellas también comiencen a formar parte de las agresoras. Además, las burlas pueden afectar a la autoestima y la imagen de las jóvenes. Lo que se está atacando es el pensamiento crítico de las jóvenes en una sociedad que pone en duda la capacidad intelectual de las mujeres. Estas creencias llegan a interiorizarse, haciendo que ellas mismas cuestionen sus habilidades, e impiden que las adolescentes puedan avanzar en sus carreras profesionales cuando son adultas por las inseguridades que se les ha generado de jóvenes.
En el contexto de la película . Quienes la critican están sugiriendo indirectamente que creen que todas las mujeres jóvenes son insoportables. Es completamente válido no disfrutar de esta película, pero tendríamos que empezar a ser conscientes de las razones que hay detrás porque Red, criticar a Mei y sus amigas es sencillo porque son adolescentes promedio, lo que para muchos las hace insoportables Red está hecha por y para las mujeres, jóvenes o adultas, que llevan años reclamando productos culturales de calidad y que representen la realidad de las jóvenes. Es fundamental empezar a realizar productos para las adolescentes y conseguir así que cuenten con referentes sanos que validen sus sentimientos.
¿Habéis visto esta película? ¿Os gustó? Todo en comentarios y nos vemos en el próximo post.