Lo bueno que tiene decorar un piso con las paredes pintadas de blanco es que acepta muchos estilos, desde el más moderno y minimalista, hasta uno rústico o bohemio. En este piso por ejemplo, aunque alguna de las piezas de mobiliario son oscuras y pesadas, el contraste con el blanco de las paredes y otros muebles también blancos y el suelo de madera claro hacen que la decoración sea ligera y acogedora, sin caer en el pesado efecto al que puede dar lugar utilizar muebles de estilo rústico. La decoración es muy actual y armónica y muestra como podemos traer el estilo de las casas de campo escandinavas y francesas a nuestros pisos. Disfrutad!!
Vía: Alvhem