"Tendencia artística que tiende a reducir al mínimo sus medios de expresión". Con esta definición tan clara se expone la clave de esta filosofía de vida que hoy quiero trasladaros a un moderno estilo de decoración: el minimalismo.
El minimalismo, más allá de la decoración
El minimalismo en decoración comienza en la propia estructura de la casa. La arquitectura minimalista reduce los elementos constructivos a lo meramente necesario. Fachadas rectangulares, cubiertas planas, líneas rectas, ausencia de ornato y una fuerte presencia del color blanco, marcan las líneas de este tipo de viviendas. Si la tuya no cumple estas premisas... ¡no te preocupes! Aún puedes solucionarlo.
El salón de tu casa minimalista debe ser funcional. Deshazte de cualquier elemento innecesario y busca muebles rectos y sencillos. Busca líneas horizontales. Como consejo personal, una buena combinación en blanco y negro da un toque increíble al hogar. Y deja mucho espacio libre: la sensación de amplitud y luminosidad es fundamental para conseguir la armonía y la paz que buscamos.
El arte en el estilo minimalista
Un estilo tan bohemio y filosófico como el minimalismo no podía dejar atrás a sus grandes mentores a nivel artístico. A mí me encantan los pintores como Stella, Ryman o Agnes Martin. Utiliza alguna reproducción de sus obras para encajarlas en un marco en blanco o negro. Puedes crear un gallery wall en cualquier rincón del salón y dejar el resto más vacío.
¿Y si pruebas con un solo cuadro en una pared? Un gran lienzo abstracto con un fuerte contraste de colores que compense el blanco y negro de la habitación. ¡Dale un toque de personalidad a tu estilo! También puedes probar con una lámpara de pie de diseño moderno. Yo suelo recurrir a lámparas grandes y de acero inoxidable, pero hay miles de modelos.
Elementos reciclados para un minimalismo imperfecto
Siendo sincera, me gustan los espacios con detalles de diferentes estilos de decoración. En un salón amplio encaja a la perfección cualquier elemento que rompa esa armonía estricta del minimalismo. Es tendencia actual utilizar las bicicletas como elemento decorativo. Rescata del trastero una que no utilices, píntala completamente de blanco y plántala en cualquier rincón del salón. Los puristas del arte te dirán que es una aberración, pero... ¿y lo elegante que queda?
Otra opción DIY para tu salón minimalista consiste en hacer un collage con papel de periódico o cartón reciclado. No hay que ser muy manitas para ello, simplemente basta con echarle un poco de imaginación y ahorrarás en la decoración de las paredes.
Ya ves cómo el minimalismo es un estilo muy sobrio al que cualquier detalle de contraste puede dar una fuerte personalidad. ¿Lo intentamos en tu salón?