La decoración del hall ha sido todo un reto, un espacio tan amplio, con unos suelos fantásticos de
En uno de los rincones de la entrada, la decoración es muy ligera, lo que en su momento pensábamos que
era un cabecero de cama de hierro, más tarde investigando un poco, descubrimos que era un ornamento
de un pasamanos modernista, este acompaña de una manera sutil al conjunto Thonet, un precioso banco a
juego con su mesita telefonera, solo dos elementos de cristal sobre ella, un antiguo bote de caramelos
en forma de piña y un jarrón vintage tipo space.
Las discretas escaleras están custodiadas por un árbol de Ficus Benjamina, a pesar de llevar mucho tiempo
en el exterior, se ha adaptado al interior de una manera pasmosa, al principio lo pusimos en la sala de estar,
quedaba genial, pero se le caían muchísimas hojas, al principio es normal hasta que se adaptan, pero fue
mi madre la que nos indicó el lugar adecuado y acertó de lleno, no se le volvieron a caer, es más, esta tan
encantado en su nueva ubicación que esta plagado de brotes nuevos.
Al otro lado, una de mis antiguas mesillas de noche, adornada con más plantas, ambas dos especies
de crasas que me encantan, a su lado, mi querida jaula que hasta parece pequeña en esta casa!
Ya conocéis el mueble de imprenta, él también ha encontrado su lugar en esta casa, y es que cuando
vienen a visitarnos, se lleva todos los piropos, junto con el esplendido grabado francés situado sobre él.
Las plantas siguen estando presentes en cada composición de la entrada, aunque el tiesto de barro que
veis encima del macetero es una antigua pieza llamada arcaduz o cangilón, estos recipientes formaban parte
de la noria que había en la casa para sacar agua, hemos encontrado muchos, la mayoría rotos, pero otros
están intactos, una verdadera preciosidad. Para no dañar el barro con la raíces, busqué una maceta de
plástico de su diámetro y encaja perfectamente sin que se note.
En este hall tan especial, hemos intentado no quitarle ni un ápice de su carácter, por eso queríamos
darle una oportunidad a algunas piezas antiguas que aunque son oscuras, mezcladas con los demás
elementos se equilibran y dan ese aire particular de predio menorquin que necesita esta entrada.
Lo que seguramente seguiremos poniendo (sin pasarnos) son más plantas, nos encanta ese aspecto
natural y salvaje que junto con el suelo y las vigas hacen un entorno único.
Aun falta por mostraros algún que otro rincón del hall, pero eso ya será otro día, estamos aun en
construcción de algunos de ellos, son justo los que están situados entre las ventanas de guillotina, ya
tenemos pensado lo que queremos poner, de modo que en breve lo podréis ver.
Ahora me entendéis cuando os decía que era un reto maravilloso, ya solo la decoración de la entrada
de la casa, un espacio enorme con muchas posibilidades pero también muy fácil de fastidiarlo!
Intentamos que ese ambiente de predio menorquin quede intacto, pero que también se note renovado,
que cuando entres te encuentres con un entorno cargado de encanto y frescura.