Puedes realizar grandes cambios en tu casa para que esto se note, o simplemente añadir algunos pequeños detalles.
Estos "cambios estacionales" en el hogar era algo que se hacía antiguamente. La mayor parte de las veces más por necesidad que por estética, sobre todo en aquellos sitios donde el clima era más extremo.
Es de entender. Llegaba el crudo invierno, y al no existir un sistema de calefacción eficiente, y probablemente tampoco un buen aislamiento, había que recurrir a cortinas, alfombras, tapices y mantas para abrigar la casa y a nosotros mismos. Luego, llegaba el buen tiempo, y tocaba la limpieza de primavera. Seguramente para quitar el hollín que chimeneas y quemadores habían dejado por toda la casa, ocasión que además se aprovechaba para volver a quitar todos aquellos pesados "ropajes" de la vivienda, lavarlos y guardarlos hasta el siguiente año, por lo que la casa quedaba desnuda y más fresca, siendo si acaso sustituidos por otros textiles más ligeros. Y este supongo que sería el motivo original.
Ahora, realizamos estos cambios en la decoración de casa porque simplemente mola, nos entusiasma, y nos hace sentir... Porque las casas, hoy por hoy, cuentan con un buen aislamiento, un buen sistema de refrigeración y de calefacción, vivimos casi encapsulados. Nuestras casas no necesitan cambiar para adaptarse a las diferentes épocas del año. Pero nos gusta. No necesitamos notar el paso de las estaciones, pero si queremos disfrutar de ellas (restando de la ecuación la parte más dura e incómoda) y podemos hacerlo con unos pocos cambios en la decoración.
Así que, vamos a darle otro aire a nuestra vivienda, y a llevar el verano a nuestros interiores, para transformarlo en un lugar luminoso y alegre.
La opción - grandes cambios -:
- Quitar las pesadas cortinas de las ventanas.
- Cambiarlas por otras tipo visillo, ligeras y blancas a poder ser.
- Quitar las alfombras que tengan colores cálidos, sean de lana, o gruesas.
- Poner en su lugar unas de fibra natural, o de colores claros y fríos.
- Pintar en colores neutros o frescos las habitaciones, o sólo la pared de acento.
- Sustituir algunos de los muebles auxiliares, por otros más ligeros visualmente, o con un color alegre.
La opción - pequeños cambios -:
- Sustituye algunos de los cuadros que tengas por otros con temática veraniega y colores alegres.
- Retira las mantas y cojines de colores y texturas cálidas. Tanto de sofás como de camas.
- Coloca en su lugar unas mantas ligeras de algodón, y unos cojines de colores claros y alegres.
- Pon pequeños detalles como farolillos, y accesorios decorativos de temática playera.
- Utiliza objetos recolectados de tus paseos o vacaciones, tales como conchas, piedras, ramitas... para crear pequeños focos de atención en repisas y superficies de apoyo. Puedes incluso crear manualidades con ellos para decorar tu casa.
- También puedes optar por poner objetos de temática tropical, o hacerlos tú mismo.
- Añade complementos en fibra natural y cuerda.
Vía...
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Con todos estos cambios, grandes o pequeños, tu casa lucirá casi como nueva. Pero sobre todo, parecerá distinta, alegre, fresca y ligera. Atributos, todos ellos, de una casa de verano. Y si buscas más inspiración puedes encontrar ideas en Pinterest, Homify, y El Mueble, entre otros.
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Bueno, ya sabes, si necesitas ayuda... aquí estoy para asesorarte.
¡A disfrutar!
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