Sencilla y complicada a la vez, la combinación blanco y negro es una de las opciones más utilizadas en ambientes nórdicos minimalistas.
En el porcentaje de cada uno de los colores está la clave en que la decoración quede equilibrada y armónica. Debería predominar el blanco como color base, si lo que deseamos es crear espacios amplios y luminosos, y el negro utilizado solo en pocos detalles para crear contraste.
Esta cocina abierta es un buen ejemplo de como hacerlo, como veis, sobre un lienzo blanco de revestimientos y mobiliario, los elementos negros son muy poquitos y bien avenidos, el marco de la puerta, la encimera y poco más.
Elegir el negro como contraste hace que las decoraciones sean algo más atemporales, por tratarse de dos colores neutros, si eligierais otro color como el verde o el azul para crear esos contrastes, la decoración sería demasiado estacional y se caducaría antes.
¿Que os parece? ¿Viviríais en un espacio así? ¡Feliz miércoles!
Vía: Entrance