Pues si, el fin de semana, ya llego…por fin. Con todas las letras y con ese calor que echábamos de menos. Momento de perdernos en espacios frescos, quizás con una decoración marroquí con color, y que sensorialmente nos trasladen a esos salones de te, de frescor y relax.
Hoy despedimos la semana, desde este fantástico apartamento donde de repente explota el color. Donde con pequeños toques étnicos, arabescos y de tradición marroquí, destilan un espacio sereno, femenino y muy particular.
Un lugar donde las piezas juegan a tener su espacio único y físico. Donde sin mas, los complementos de color intenso se cuentan con los dedos, pero que sin mas, adquieren en esta decoración un lugar donde sorprender y cuidar el mínimo detalle.
Yo admiro este espacio por descubrir en él rincones plagados de encanto que sin mucho mas que una planta, un cojin y potenciar la luz, podemos acogernos a la serenidad y a la naturalidad de un espacio perfecto. Donde sin mas muebles que los necesarios, podríamos vivir en un momento único y de calma.
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