Me encantan el mar, el campo, la montaña… y pienso que es asombrosa e inigualable la maestría y el arte de la Naturaleza a la hora de llevar a cabo su proyecto: “DECORAR EL MUNDO”… pero, no olvidemos que, además de su función estética diseñando espacios maravillosos, la Naturaleza se transforma en el mejor de los ingenieros, diseñando procesos, o en el mejor especialista de Marketing comunicando y estableciendo el layout de su obra para conseguir su objetivo: hacer vivir una experiencia, ESTE MARAVILLOSO MUNDO.
Ahora nos toca a nosotros imitar, en nuestro entorno y en lo que podamos, a la Naturaleza.
Continuamente me pregunto qué sería de las ciudades sin esos pequeños negocios con encanto que adornan las calles. ¿Puedes imaginar Dublín sin Temple Bar, el soho de NYC sin esos pequeños restaurantes donde sumergirse los domingos en un periódico y disfrutar de un delicioso brunch, o Triball, en Madrid, sin esa mezcla de negocios de tendencia y encantadoras tascas de siempre… ¿y el Borne? ¿podrías imaginar Barcelona sin la vida de este barrio vibrante donde restaurantes, tiendas y museos se dan la mano para hacernos un poco más felices?
Calma! sé que un negocio es un medio de vida y su objetivo evidente es generar beneficios pero, no te preocupes, podemos conseguirlo todo y además disfrutar creando!
¿Reinventamos los pequeños rincones de este munddo?