Porque si tenemos en cuenta que las fotografías son imágenes estáticas en las que el tiempo se detiene en el preciso momentode apretar el disparador de la cámara, podríamos pensar que son energía (“chi”) estancada y que en ese sentido no son compatibles con el fundamento de las teorías del Feng Shui.
Sin embargo las fotografías también pueden ayudarnos a que esa energía fluya, tan sólo tenemos que tener en cuenta unas pautas muy sencillas y casi obvias ¿La primera? Pues lo primero es procurar que sean imágenes que nos recuerden los buenos momentos y en las que nuestros amigos o nuestros familiares se muestren en actitud risueña, entrañable...Lo segundo es desechar aquellas imágenes que aunque sea de forma indirecta nos puedan traer a la memoria momentos difíciles de nuestra vida. Tampoco es bueno abusar de las fotos tomadas hace tiempo porque de alguna manera nos mantienen anclados en el pasado, tanto si ese pasado fue bueno como si no lo fue...
En cambio es aconsejable utilizar imágenes que nos transmitan energía, ganas de hacer cosas: paisajes que nos gustaría volver a ver, lugares que nos gustaría visitar, viajes que nos gustaría hacer... En definitiva, deseos por cumplir que nos motiven y nos hagan mirar hacia adelante.
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