Nada más placentero en estos días de fiesta y familiares que remolonear en la cama entre textiles suaves y cálidos.
¿Se ha portado bien Papá Noel? ¿Acertó ajustándose a vuestra lista de deseos o hizo regalos a lo loco sin pensar? ¿Se ha olvidado algún detalle? a lo mejor se lo podéis pedir a los Reyes, a ver si ellos aciertan :))) sea, como sea, esperamos que os hayan dejado mucho diseño nórdico y cosas bonitas.
¿Y qué tal si ya, pasada la navidad, empezamos a escribir nuestros propósitos de año nuevo? os sugerimos uno con el post de hoy, 'hacer nuestro dormitorio más acogedor y confortable con textiles'. No cuesta tanto como os imagináis y a cambio vuestro descanso será más reparador.
Invertid en unas buenas sábanas o fundas nórdicas de algodón. Es mejor tener solo dos sets buenos, que cinco malos en los que la tela hace pelotillas y raspa.
El algodón 100%, percal o satén, con un elevado número de hilos es lo mejor; si, es también lo más caro, pero son muchas las ventajas a cambio del precio, no hacen pelusas, son muy resistentes a los lavados, tienen larga duración, los colores resisten mucho más y algo muy importante, su suavidad las hace perfectas para pieles sensibles o alérgicas.
En casa tenemos sábanas en percal, que llevan más de 10 años usándose y cada día están más suaves, no parece que vayan a romperse pronto, son nuestras favoritas y es que son frescas en verano y suaves y cálidas en invierno.
Deberéis completar el set con cojines extra, alguna mantita a los pies de la cama, cortinas a juego y una alfombra o un par pequeñas de cada lado. Podéis tomar como referencia el dormitorio de este pisito en Estocolmo de 43 m² que es un buen ejemplo de cómo combinar textiles, colores claros, lisos, con algún cojin estamapado pero sin agobiar.
Un detalle del edificio donde está este piso, se construyó en 1930 y se estudia en Suecia como uno de los ejemplos del funcionalismo en Estocolmo en los años 20-30, en la foto final podéis ver una foto de la época.
Vía: Historiska hem