Decorar en blanco y no morir en el intento

Las decoraciones que utilizan el color blanco como protagonista cuentan con un encanto muy especial. Sin embargo, no es un color fácil, obtener un resultado ideal cuando se decoran espacios en blanco, no es tarea sencilla. Por ello te mostramos a continuación algunas claves para que seas capaz de decorar en blanco y no morir en el intento. Eso sí, antes de tener en cuenta ninguna clave, conviene borrar de la mente ese tópico que habla de decoraciones en blanco como decoraciones frías. Independientemente del estilo que se busque, ya sea moderno, minimalista o con un toque más rústico, el color es capaz de aportar luz, calidez y pureza al espacio creando ambientes muy acogedores. Toma buena nota:

La luz

La luz es un básico a tener en cuenta cuendo se apuesta por el color blanco. Elegir a conciencia persianas y cortinas que permitan vestir los espacios controlando de una manera muy precisa la iluminación natural, cuidar la iluminación artificial, tener en cuenta biombos y otros elementos separadores de ambientes… son detalles qye no se pueden pasar por alto.

Los materiales

También es fundamental tener en cuenta los materiales con los que se decora cuando en el espacio predomina el color blanco. Y es que, la elección de los materiales influye en el confort y en la calidez o frialdad que transmitirá el espacio una vez decorado.
La madera y el emple de textiles resultan materiales ideales si se busca un resultado acogedor. Mientras que plásticos y metales contribuyen a imprimir frialdad a los ambientes.

Las texturas

Cuando hablamos de decoraciones monocromáticas, necesariamente tenemos que hablar de texturas, son fundamentales en este tipo de decoraciones. A través de las texturas se logra añadir carácter, permiten enfatizar y son capaces de dar dinamismo a decoraciones que, de no tener en cuenta las texturas, pueden llegar a ser muy monótonas.

Estilos

No importa el estilo, el color blanco funciona en cualquier estilo decorativo, desde lo más rústicos o ambientes mediterráneos algo más cálidos, hasta las decoraciones más  invernales como puede ser el estilo escandinavo, incluso en espacios indistriales o más contemporáneos funciona muy bien. Sólo es cuestión de encontrar el equilibrio para obtener un buen resultado.

Que el blanco no te intimide, ¡atrévete con él! Teniendo en cuenta estas sencillas claves a la hora de decorar, dando rienda suelta a la imaginación y permitiendo que la creatividad desplegue sus alas, el resultado puede ser el espacio perfecto.