La primera y última vez que os hablé de la habitación de Bichito fue en agosto, cuando maridín pintó una pared de gris. No fue hasta un mes después (finales de septiembre) que no fuimos a comprar los muebles principales, es decir, el armario y la cajonera que hará de cambiador, y alguna que otra cosita.
En la habitación de Bichito hay un hueco estupendo para hacer un señor armario empotrado de casi 2 metros de ancho. Ese es nuestro objetivo. Pero estos armarios a medida suben mucho de precio y ahora no nos venía bien, por lo que decidimos comprar uno de Ikea que nos sirviese unos años y más adelante animarnos con los armarios empotrados de esta habitación y la nuestra (que también necesitamos uno).
Escogimos un armario de la serie PAX, que con el planificador de la propia web de Ikea, pudimos diseñar a nuestro antojo. El armario es blanco, con puertas abatibles, de 1 metro de ancho por 2 metros y algo de alto. Pénsabamos que iba a quedar más pequeño de lo que ha quedado, y creemos que ha sido una muy buena compra.
Aquí tenéis una foto de dudosa calidad extraída directamente del planificador (no hago foto real porque la luz de la habitación aportaría aún menos calidad, jeje).
Como veis, las puertas no son planas, tienen esos cuadros decorativos, y el interior tiene un altillo, una barra, una balda, tres cajones y un “guardatodo” de tela. Abajo del todo no se podía poner cajón porque chocaba con las bisagras de la puerta, y tampoco se podía poner otro cajón más arriba porque pasaba lo mismo.
Lo bueno de este planificador, es que tal y como lo diseñas, es como tiene que ser. Una vez acabado el diseño, lo añades a la lista de la compra y ya te dice que piezas has de coger del autoservicio. Es estupendo.
Si no me equivoco, este armario no llegó a los 250€.
El otro mueble principal, es la cajonera que hará de cambiador. Siempre me he negado a los muebles “típicos” de bebés con ositos y esas cosas. Quería muebles normales de persona para luego poder darles uso. La cajonera Malm de 4 cajones era la ideal, por su altura y sus medidas, que casualmente coincidían con el colchón cambiador que nos ha dado mi cuñada. Esta cajonera nos costó 69€.
Finalmente, falta el otro gran mueble principal. La cuna. Aunque los primeros meses está previsto que Bichito duerma en una minicuna en nuestra habitación (no descartamos el colecho, pero eso ya será tema para otro día), quería dejar bien bonita la habitación con una cuna normal.
También teníamos pensado comprarla en Ikea. La típica cuna blanca con su respectivo colchón. Pero justo un par de días antes de ir a comprar, mis cuñada nos dijo si queríamos la de mis sobrinos. Después de ver una foto y ver que era “blanca y normal”, aceptamos. De esta forma nos ahorraríamos unos 100€ entre la cuna y el colchón.
Para mi sorpresa, cuando tuvimos la cuna en casa, vi que tenía un graaaaan oso tallado en la madera de uno de los lados de la cuna, pero la solución será encarar el oso hacia la ventana y así no habrá ni rastro de él. Y digo será, porque la cuna aún está sin montar, pues le falta una pieza que está pedida y no tengo ni idea de cuando llegará, pero os puedo asegurar que tengo ganas de verla montada. Ver las maderas ahí me pone muy nerviosa.
La cuna es de Micuna, y aunque el modelo no es exacto, os podéis hacer una idea con esta:
Tanto la cuna como la cajonera Malm irán puestas en la pared pintada de gris para que hagan contraste. Enfrente, quedará el armario.
Y aunque en Ikea compramos algunas cositas más, esas os las contaré otro día, pues forman parte de la decoración de las paredes.
¿Qué os ha parecido? ¿Sois de muebles con motivos infantiles, o sois más como yo, que preferís muebles que se puedan aprovechar?