Revista Opinión
Dedicado a todas las mariposas que hoy gritan NO a la violencia contra las mujeres
Publicado el 27 noviembre 2009 por MechuEn el tiempo de las mariposas es un libro intenso e iluminador. Julia Álvarez plasmó bajo ese título la asombrosa vida de Patria, Teresa y Minerva, las hermanas Mirabal, las mariposas, que con ese seudónimo se opusieron fervorosamente a la dictadura de Trujillo en República Dominicana. Y Minerva, esa heroína maravillosa de su propia y memorable historia, se opuso además a una de las facetas más repugnantes del dictador: la de macho dominante, la de acosador sexual, la de agresor de mujeres. En una fiesta en la que coinciden (recomiendo encarecidamente leer el libro o husmear en internet para conocer más detalles), Trujillo se sobrepasa con ella, que le devuelve el atrevimiento con una bofetada. Al dictador. Al jefe. Al amo.
"Si me matan, yo sacaré los brazos de la tumba y seré más fuerte", dijo Minerva en una ocasión. Y no mentía. Ella y sus hermanas fueron asesinadas brutalmente por orden de Trujillo hoy hace 39 años, el 25 de noviembre de 1960. Pero Minerva sacó los brazos de la tumba y en su honor y el de sus hermanas fue establecido en 1981 que se celebrara hoy, en esta fecha, el Día Internacional de la No Violencia contra la mujer. Minerva murió para hacerse más fuerte, a través de todas las mujeres y hombres que hoy gritamos, exigimos, que se acabe la violencia contra las mujeres. No más maltrato, no más daño, no más muerte, no más sufrimiento.
Yo pido, hoy, pido, que todas las mujeres saquemos los brazos de la tumba de machismo y maltrato que esta sociedad ha construido para nosotras, pido hombres, no machos, sino hombres, que caminen a nuestro lado y acaben con la agresión que muchos de sus congéneres justifican, practican y silencian, y pido que hombres y mujeres seamos capaces de construir ese mundo, quizá no utópico, quizá posible, en el que las mujeres seamos sus compañeras de equipo, pero como mariposas: hermosas (sin cicatrices, sin moretones, sin lágrimas), dignas y libres. La lucha dejó hace mucho tiempo de ser de todas, para ser también de todos.
Que la muerte de Minerva por el capricho de un hombre, al igual que la de tantas mujeres, que mueren cada día un poco a manos de un agresor, no sea en vano. Hoy ellas están sacando los brazos de sus tumbas.