Revista Ciencia

Dedicando tiempo a nuestros talentos: Por Eduardo Jáuregui

Por Carlos Carlos L, Marco Ortega @carlosmarco22
Dedicando tiempo a nuestros talentos: Por Eduardo Jáuregui

Eduardo Jáuregui ha hecho del humor su entorno profesional. Este profesor de psicología positiva ha fundado Humor Positivo, una empresa de formación especializada en este don. La búsqueda de la felicidad forma parte de su cometido diario y su referente son los tres niveles enunciados por Martin Seligman, padre de la psicología positiva como ámbito académico:

El primero, y más superficial, sería el de las sensaciones, en el que se experimenta el placer. Tras él, entraríamos en el mundo de las gratificaciones, que tiene que ver con practicar tu vocación o tu talento (puede ser físico o intelectual). "Desarrollarlo supone un esfuerzo, pero también te da una gratificación. Con ese tipo de experiencia mas allá del placer, te desarrollas como persona porque está relacionado con las fortalezas y las virtudes", explica. El tercer nivel sería el sentido que le das a tu vida: "Pensar en que estás trabajando en algo que va más allá de ti, ya sea en sentido religioso, político, social...".

"Un curso de ocho semanas de mindfulness basta para conseguir un cambio medible en la parte del cerebro asociada a las emociones positivas"

Nuestro nivel de satisfacción irá creciendo a medida que vamos alcanzando el tercer nivel. ¿La conclusión? "Tenemos que dedicar tiempo a desarrollar nuestros talentos y nuestras fortalezas y a todo eso, darle un sentido".

Jáuregui asegura que hay pocos elementos externos que puedan hacernos más o menos felices. Algunos, como las relaciones sociales, suman; y otros, como el desempleo, restan. Pero, en general, lo externo afecta poco a nuestra satisfacción. " Cuando preguntas a personas de países pobres, te sorprendes de lo poco infelices que son y, sin embargo, países muy ricos como Japón puntúan muy poco en felicidad".

"El dinero sólo tiene un impacto directo si te faltan las necesidades básicas, pero, para la mayoría, una subida de salario apenas influye en nuestra felicidad, salvo el día que te lo dan. Lo que realmente tiene un impacto a largo plazo es cómo afrontas tu día a día, cómo disfrutas y celebras lo bueno e incorporas y aceptas lo desagradable", explica.

Para hacer las cosas fáciles, Jáuregui da un consejo práctico: aprender técnicas de meditación como el mindfulness, que ayuda a relativizar tu mundo emocional, a poner los sentimientos en contexto. "Un curso de ocho semanas basta para conseguir un cambio medible en la actividad del lóbulo prefrontal izquierdo del cerebro, asociado a las emociones positivas", asegura.


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