Oh, hola. Estás en mi cama.
Después de una cita de Nietzsche (que siempre queda bien), nos levantamos de la cama, cogemos un extraño cubo, suena un cling y el entorno se transforma. Todo se desvanece, sin más, y la atmósfera se vuelve oscura. Suena un teléfono. A partir de aquí, deberemos coger y combinar objetos para avanzar hasta resolver el misterio sobre lo que está ocurriendo en una aventura de mecánica point-and-click. Nuestro objetivo: intentar despertar.La atmósfera es bastante tétrica en todo momento, consigue crear tensión a pesar de los sencillos gráficos. Cabe decir que el sonido ayuda mucho, y eso puede que no se perciba desde un primer momento pero se nota bastante la pérdida de efecto si decidimos jugar en silencio. No se trata de un juego demasiado complejo, ni tampoco demasiado aterrador. Hay un detalle muy agradable, y es el hecho de que el puntero resalte cuando nos colocamos encima de algo que coger o mirar: muy útil para no pasarse la vida machacando a clicks cada cosa que veamos por ver si pasa algo.
Por cierto, Deep Sleep tiene gracia porque su concepto supone cierta transgresión de las convenciones de un típico escenario de aventura-puzzle point-and-click: en lugar de despertar en un lugar extraño y desde ahí avanzar para escapar, estamos dormidos y para escapar precisamente lo que necesitamos es despertar.
El creador del juego es scriptwelder, que ya ha anunciado en Twitter que en principio habrá una segunda parte. Podéis encontrar Deep Sleep en la misma web del autor, en Jay Is Games o en Kongregate.
Wake up.
¿Y qué crees que estoy intentando, listo?
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