Revista Opinión

Deepwater Horizon

Publicado el 23 julio 2018 por Carlosgu82

Deepwater Horizon: crónica de un día negro

El 20 de abril de 2010 la plataforma petrolífera Deepwater Horizon sufrió una explosión que provocó su incendio y posterior destrucción. En la catástrofe murieron 11 personas, y se calcula que se vertieron al mar del Golfo de México unos 780 millones de litros del petróleo del yacimiento que estaba perforando.. La película, titulada en España como Marea Negra (Deepwater Horizon), recrea el accidente, intentando esclarecer las razones que lo provocaron.

En Marea Negra nos enseñan lo ocurrido aquel día de abril de 2010, intentando ser, supuestamente, los más fieles a la realidad posibles, aunque obviamente, utilizando la parafernalia del cine de catástrofes para mantener al espectador en vilo. Está protagonizada por Mark Wahlberg, Kurt Russell y John Malkovich, que interpretan a los que posiblemente sean los personajes más importantes de lo acontecido allí.

Tras un inicio bastante tópico, con las típicas escenas familiares, la acción se centra en la plataforma. Lo que de verdad consigue mantener la tensión de esta película es saber en todo momento que algo grave va a pasar, aunque solo sea porque ya sabes de antemano lo que ocurrió. Sin embargo, hay algo que desde el principio te va guiando a través de esa tensión, y es que desde el momento en el que los protagonistas aterrizan en la plataforma, percibes que algo va mal. Al margen del hecho de que aquel día se decidió no hacer un test de seguridad, importante para continuar con el proceso de perforación, se puede ver el conflicto entre los trabajadores de la plataforma y los representantes de BP que estaban aquel día. La Deepwater Horizon necesitaba mucho trabajo de mantenimiento para que todo funcionará de la manera más precisa posible, pero ya iban con retraso en el calendario de perforación, y eso posiblemente desencadenó el accidente.

El punto más trascendente de la historia, es cuando ese conflicto de intereses se percibe en la pantalla. Hay una escena, que posiblemente no sea del todo fiel a la realidad, pero que para este caso sirve, en la que el jefe de la plataforma, Jimmy Hurrell (Rusell), le dice a uno de los representantes de BP, Donald Vidrine (Malkovich), que es increíble que una compañía de miles de millones de dólares, no sea capaz de invertir unos cientos de miles de dólares más para hacer una prueba de seguridad rutinaria.

Luego la película pasa al plano del desastre y del heroísmo, con un equilibrio preciso entre ambos, evitando que, en mi opinión, se convierta todo en un topicazo made in Hollywood, que lo es, pero sin pasarse demasiado. Tal vez esto sea también interesante, porque Deepwater Horizon parece pretender ser más que el típico homenaje a los fallecidos, ya que al menos intenta explicar la concatenación de fallos que llevaron al desastre, todo ello, claro está, con la ayuda de un guión y unos efectos visuales que ayudan a mantener la atención del espectador.

Tal vez a Deepwater Horizon le falté profundizar más en el plano medioambiental del desastre, aunque en realidad ese no fue su objetivo. Su guión partió de un artículo de prensa que intentaba esclarecer lo sucedido aquel día. En mi opinión lo consigue con acierto, gracias a un buen ritmo narrativo lleno de tensión y, gracias, obviamente, a sus protagonistas. Le sobran las escenas familiares del inicio, pero ya se sabe que este tipo de historias se prestan a presentar a los héroes lo más humanamente posibles. También podrían haber optado por un reparto diferente, con actores menos conocidos, pero aquí también se sabe que para vender una historia como esta, hacen falta rostros que atraigan al espectador. No esperaba mucho de la película, y me he llevado una grata sorpresa.


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