Por estas horas lo más fácil es pegarle a la familia presidencial. Que son corruptos, que nos mienten, que hacen negocios con el estado, que esto que lo otro. Lo difícil es, entonces, defender el modelo, impulsado en 2003, después de tantos misiles apuntados hacia él. Ejemplos de intentos de defensas hay varios pero uno como el que sigue a continuación es para alquilar balcones, comprar pochoclos y mirar y escuchar. La verdad no tiene desperdicio. Último consejo: prestar atención a los nombres propios, tiempos y espacios que se desarrollan en la charla. Con ustedes, Diana Conti profesora en las artes defensivas.