La batalla de la comunicación. El mensaje necesario
Comprendo y comparto el amor a aquellos sueños de la II República, a sus símbolos, e ideales, pero, toda realidad es diversa y contradictoria (uno se divide en dos) y dentro de esos símbolos como la bandera, están comprendidos militares golpistas (no solo los del 36), están los caciques, los terratenientes, la guardia civil de entonces, la Iglesia combatiente y paramilitarizada, requetés, falangistas, la CEDA, etc. como en toda realidad, incluida la actual.
Por qué tendrá repercusión la defensa, o abandono, de la España democrática:
1) Dificultará que nos la quiten por considerarla poco importante. Empiezan por robar los símbolos, algunas instituciones y la bandera están casi robadas, apropiadas por una parte sin oposición alguna. Es su bandera, reconoce todo el mundo, pero creo que fue de las pocas medidas sensatas de Carrillo, tratar de hacerla común, tratar de impedir que se la apropiaran para arrastrar tras ello la imagen de la España de la Transición.
2) La realidad creada en la Transición supera en mucho los sueños del pasado y fue posible porque militantes de todas las opciones sumaron y empujaron, torcieron la rama más allá del centro, llevándola al extremo forzaron lo torcido por el franquismo y secuaces.
3) Después de la caída de los mitos revolucionarios, Rusia, China, Sudeste asiático, después de millones de muertos y represaliados de todo color y condición, después de conocer estos hechos, es imposible, (injusto, inconveniente, incorrecto), seguir manteniendo el sueño mitológico sobre la creencia de la revolución y el paraíso. Dejemos eso para los creyentes y aceptemos que nuestros valores actuales recogen parte de la tradición anarquista, comunista, socialista y republicana española.
4) Ni que decir tiene que los casos de Venezuela, Cuba, y tantos otros estados y supuestos líderes izquierdistas de papel e África u otros lugares, incluyendo ejércitos de liberación nacional o fuerzas armadas revolucionarias, dedicadas a drogas y secuestros, masacrando poblaciones civiles, todo ese magma tan querido por algunas personas, ni por asomo pueden acercarse a leguas del estado de bienestar y las libertades democráticas españolas.
5) La defensa de esta civilización, o modelo de sociedad europea de finales del siglo XX solo presupone partir de un nivel tolerable de vida, más aceptable para la inmensa mayoría de la población que los de otros lugares y épocas, y en nada supone aceptar la inexistencia de tensiones, problemas, represión, torturas, corrupción, negocios sucios, explotación y un largo etc., que requerirá constantemente de luchas y participación social de partidos, sindicatos, movimientos sociales, ONG`s, e individuos comprometidos en la defensa de valores como la justicia, igualdad, libertad, solidaridad…