La imagen de una bandera republicana que muchos vieron en el cielo, en la Fiesta Nacional del “12 de Octubre”, fue la anécdota que coronó el desfile militar, protagonizada por la Patrulla Águila. Al dibujar los colores de la bandera de España al paso de sus aviones, uno de ellos dejó como estela –o, al menos, eso les pareció a no pocos–un tono morado a semejanza de la enseña republicana.
El Ministerio de Defensa y el Ejército del Aire se apresuró a asegurar que el humo que había salido de uno de los aviones de la Patrulla Águila no era morado sino rojo, los colores de la bandera española. Explicó que no se trataba de ningún error, que los colores que estaban cargados en las cámaras de esos aviones militares eran el rojo y el amarillo, y que la estela no era de color morado. En todo caso, advirtió, todo puede deberse a ese “efecto óptico” del producto al quemarse y ser expulsado de los aviones.
La anécdota revolucionó las redes sociales, con aplausos, bromas o con críticas sobre lo ocurrido y, sobre todo, con opiniones de todo tipo. Muchos aseguraron haber visto el tono morado que recordaba a la bandera republicana. Pero el Ministerio de Defensa lo atribuyó a un “efecto óptico”. Una explicación que no convenció a todos por igual, y que otros muchos se tomaron con humor. Incluso el exvicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, llegó a decir con cieto humor: “Ante los bulos que circulan tengo que desmentir categóricamente cualquier implicación por mi parte en que la Patrulla Águila haya pintado la bandera republicana en el cielo de Madrid”.