Defensores: Los clubes de armas escolares enseñan disciplina, no violencia

DAHLONEGA, Ga. (AP) – Sus compañeros de clase tomaron las calles para protestar por la violencia armada e implorar a los adultos que restrinjan las armas de fuego, pareciendo pronosticar un cambio generacional en las actitudes hacia la Segunda Enmienda. Pero en los rangos de armas de la escuela secundaria y la universidad en todo el país, estos adolescentes y adultos jóvenes se reúnen para practicar disparos y hablar sobre la influencia positiva que las armas de fuego han tenido en sus vidas.

¿Qué dicen que aprenden? Paciencia. Disciplina. Responsabilidad.

“Nunca he salido a un campo de tiro y no he aprendido algo nuevo”, dijo Lydia Odlin, un miembro de 21 años del equipo de fusileros de la Universidad del Sur de Georgia.

Hay aproximadamente 5,000 equipos en escuelas secundarias y universidades de todo el país, según la National Shooting Sports Foundation, y su popularidad no ha disminuido a pesar de las críticas después de que surgiera que el pistolero que mató a 14 estudiantes y tres miembros del personal en Florida la escuela había sido miembro del equipo de fusileros del JROTC. Los jóvenes que están involucrados, los entrenadores y los padres dicen que hay una enorme diferencia entre alguien empeñado en la violencia y los clubes de armas escolares que se centran en la seguridad y enseñan habilidades que hacen que navegar por las dificultades de la vida sea más fácil.

Los clubes usan una variedad de armas de fuego, desde rifles de aire comprimido que disparan perdigones hasta pistolas de 9 mm que disparan balas. Sus miembros invierten cientos de dólares en uniformes rígidos especializados y zapatos que proporcionan estabilidad y apoyo para pasar horas de pie, arrodillado o tendido a disparar a los objetivos de alcance inferior. Algunos tienen la esperanza de representar a los EE. UU. En los Juegos Olímpicos. Algunos simplemente aman la camaradería y el enfoque mental requerido.

En un fin de semana reciente, cerca de una docena de miembros del equipo de cañones de la escuela secundaria y la universidad se reunieron en la Universidad del Norte de Georgia en Dahlonega para trabajar con JP O’Connor, un entrenador afiliado a USA Shooting, la organización olímpica. Durante la primera hora solo habla, no sobre técnicas o puntajes, sino sobre estrategia mental.

“Quiero alentarlos a ser conscientes de sí mismos y ser disciplinados sobre lo que están haciendo”, dijo. “Si eres paciente contigo mismo, la vida es mucho más fácil, o menos difícil”.

Nunca he salido a un rango y no he aprendido algo nuevo. – Lydia Odlin de la Universidad del Sur de Georgia

Muchos de los estudiantes vinieron con sus padres. Todos ellos dicen que no tienen reparos en poner un arma de fuego en manos de niños, muchos de los cuales son demasiado jóvenes para conducir un automóvil, votar o comprar alcohol.

“Mucha gente ha asumido, y escogí esa palabra a propósito, que las armas son malas”, dijo O’Connor a The Associated Press. “Algunas personas lo son, ‘No puedo creer que le estás enseñando a los niños a disparar’. Bueno, no les estoy enseñando a los niños a disparar. Les estoy enseñando habilidades para la vida a los niños. Y les estoy enseñando sobre un tema que es muy contencioso … y cuando educamos a la gente sobre algo y ellos no son ignorantes al respecto. , entonces en realidad estamos más seguros “.

Emily Clegg de Monroe acompañó a su hija de 16 años, Ashley, a la sesión de O’Connor. Clegg dijo que en los dos años que Ashley estuvo involucrada en el programa JROTC, ella ha visto que le ocurren “cosas tremendas y positivas”, desde motivación y liderazgo hasta aprender a establecer objetivos.

Todo el mundo está molesto por la violencia con armas de fuego, “pero no creo que lo que hagan los estudiantes aquí lo lleve a eso”, dijo Clegg.

Mike Lewis, quien comenzó el equipo de Carrollton High School, recordó haber traído su rifle calibre .22 a la escuela en la década de 1980. Él podría abrir el baúl en el estacionamiento de la escuela para mostrárselo a sus compañeros de clase o a uno de los maestros. “Ahora hay toda una reacción instintiva basada en la ignorancia y el malentendido”, se lamentó.

Es un deporte único que no atrae a deportistas típicos, dijo. En lugar de fuerza, es un deporte muy inteligente, y se enorgullece de que la mayor parte de su equipo esté formado por estudiantes heterosexuales.

Kevin Neuendorf, el director de comunicaciones de marketing de USA Shooting, dijo que las opiniones hacia los clubes de armas escolares son parte de la división cultural en el país.

“Hay muchas percepciones erróneas acerca de la cultura de las armas y todo eso, pero para muchos es solo una forma de vida. La mayoría de las personas que disparan, respetan el deporte y respetan el juego y respetan el arma de fuego que disparan y para las personas que los rodean “, dijo. “Le pregunto a alguien que no puede ir a un rango de tiro y divertirse. Así lo ven nuestros atletas y así es como se construye nuestro deporte”.

“No es diferente a jugar al baloncesto o al fútbol … Para nuestros atletas y miembros del club y para nuestros padres, ese arma no es diferente a la raqueta de tenis de Serena … y a través de ese arma y a través de ese arma de fuego, ¿qué viene? Disciplina increíble, oportunidad, mostrándoles el éxito. No todos los niños pueden tener éxito en el baloncesto o el fútbol “.

Odlin creció en Maine, un microcosmos de las divisiones del país con armas de fuego. En el norte, en partes más rurales del estado, la caza es más frecuente. Pero en la parte sur, más poblada, dijo, ni siquiera le permitieron usar la camiseta de su equipo de fusileros en la escuela secundaria.

“En general, fue algo de lo que no hablaste. Simplemente evitaste el tema de las armas”, dijo.

Tan pronto como se mudó a Georgia, fue recibida con más aceptación.

“Dices que estás en un equipo de fusileros, no hay negatividad rodeada de eso. Es, ‘Oh genial. ¿Qué disparas? ¿Qué tan lejos disparas?'”.

Pocos van a competir en el nivel universitario. Después de pasar un tiempo trabajando en un rango y afinando sus habilidades, Odlin hizo el equipo en su segundo año. Lo que aprende en el rango, dijo, la ha ayudado de maneras incalculables.

“No puedes convertirte en un tirador de calidad sin convertirte en una persona de calidad fuera del rango también. La cantidad de enfoque simplemente se combina con el trabajo escolar”, dijo.

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