La "ataraxia" es el objetivo del escepticismo, todo el método escéptico está pensado para lograr la misma, es también el objetivo del epicureísmo y del estoicismo, si bien sus métodos para lograrla son diferentes y, también, el concepto en el caso estoico siendo similar no es idéntico -más que de "ataraxia" en el estoicismo hay que hablar de "apatía", que significa "ausencia de pasiones-.
La "ataraxia" implica el logro de un estado de "imperturbabilidad" o "ecuanimidad", erróneamente se le identifica en ocasiones con "indiferencia", eso no es correcto, un estado de "imperturbabilidad" implica, por ejemplo, afrontar con entereza y sin dejar afectar al ánimo una situación difícil, la "indiferencia" implicaría abandonarse a ella, la "imperturbabilidad" no es fatalista y la "indiferencia" sí lo es.
La manera de alcanzar la "ataraxia" para el escepticismo es la duda metódica que es lo que espolea a la investigación. Pero las investigaciones, las respuestas y las nuevas preguntas que provoquen éstas, no tienen ningún objetivo finalista, precisamente eso las hace tranquilas y apacibles, por lo cual favorecen la "ataraxia", porque no sólo no afectan negativamente sino que activamente promueven la serenidad, la imperturbabilidad y la ecuanimidad.
Además proporcionarán la demostración de la relatividad de las cosas y de lo inaprensible que es para el humano el conocimiento real de la cosas, lo cual lleva al sosiego y al examinarlo todo "desde lejos" y sin ningún tipo de ansia, esto es, libera de ataduras y para alcanzar la "ataraxia" es imprescindible no tener ninguna atadura -no estar preso de cosa alguna, sea una pasión, sea un deseo, sea una angustia, sea un ansía, etc.-