Definitivamente yo debo ser imbécil

O al menos eso es lo que me parece tras escuchar a los responsables políticos hablando del final de la crisis. Rajoy dice que estas serán las Navidades de la recuperación. Soraya que no hay más que ir a un bar o una cafetería para darse cuenta. Pero es curioso escuchar y leer todo eso para, días después, enterarte que el déficit público supera el billón de euros y que está cercano al 100% del PIB. Esto es nuevo, algo desconocido completamente para mi, cuanto más debes mejor estás, creo que tendré que volver a empezar la EGB otra vez porque, evidentemente, no me entero de nada.

Es curioso que los que evidentemente no han sufrido la crisis en sus carnes nos vayan avisando que está a punto de finalizar, no lo dirán por experiencia porque dudo mucho que ellos sepan siquiera en que momento empezó, desde luego no lo habrán visto en sus casas como nos ha pasado a otros.

Un político puede ser mejor o peor, mentir más o menos, pero la linea que sigue siempre, y sobre todo si es un político español, es negar las evidencias. Siempre se dice, será para que nos tranquilicemos, que cuando las cifras macroeconómicas mejoran al cabo de poco tiempo repercute en los mortales, esto es, en nosotros los ciudadanos. Las cifras macroeconómicas de las grandes empresas no han empeorado nunca porque ante la más mínima duda de quiebra o de empeoramiento allá que aparecía el estado al rescate, nosotros, no teníamos un duro pero para ellos siempre había.

No soy yo de los que piense que se deba dejar caer a un banco o una gran empresa, pero no consigo entender, no me entra en la cabeza como para otras cosas infinitamente más baratas nos hay. No voy a entrar en el repetido eslogan izquierdista del rescate de las personas, pero lo que es evidente es que las personas importan bastante poco. No se puede permitir que en un país como este se hable de pobreza infantil y de situaciones en las que hay familias con una extrema necesidad y el gobierno no entre a ayudar, toda esa gente está en el anonimato y en el olvido más absoluto.

Pero que no se preocupe nadie, ya no hay problemas, Mariano ha dicho que está todo ya prácticamente solucionado, que ya no queda nada. Vale Mariano, pues explícaselo a toda esa gente que lleva ya más de seis años pasándolas canutas y que tienen la fea costumbre de comer a diario. Una cosa es decir que las cosas pueden estar algo mejor y otra cosa muy distinta echar las campanas al vuelo, la agonía para el que sufre es aún mayor. Pero que más da, ¿verdad Mariano? Ellos no cotizan en el IBEX, entonces no hay problema.

Mientras se dice todo esto vosotros en vuestra poltrona gastando a destajo para todas esas cosas tan importantes que son, por ejemplo, las autonomías. No sirven para nada más que para colocar a amigos a cambio de que los que pagamos tengamos cada día menos. Pero que más da, ¿verdad? La crisis económica se está solucionando.

Te propongo un juego Mariano, tu me cuentas tu crisis y yo te cuento la mía, a ver quien gana.