Revista Cultura y Ocio
Gusto, tacto, olfato, vista y oído. Todos los sentidos se activan en esta originalísima obra de teatro de la Fura dels Baus, Degustación de Titus Andronicus, basada en una pieza de Shakespeare. Nada más entrar en la sala, la primera sorpresa, no hay patio de butacas, el público permanece de pie durante toda la obra, rodeado de unas pantallas gigantes, y compartiendo espacio con los actores que se mueven libremente entre los espectadores. Además, un par de cocineros trabajan en una cocina ante nuestros ojos, podemos oler los alimentos que preparan, pero además, podemos probarlos, ya que los actores se encargan de repartirlos entre el público. La obra comienza con el regreso de Titus Andronicus a Roma tras vencer a los godos, sacrifica al hijo del líder enemigo ganándose así el odio de su madre, Tamora, quien ha sido hecha prisionera y es casada con el nuevo emperador Saturnino. A partir de éste momento, las intrigas y la venganza entre ambas familias se cobrarán las vidas de éstos romanos, llevados por los excesos de los últimos tiempos del Imperio, sin ser conscientes de que sus luchas internas lo único que hacen es favorecer a los enemigos y precipitar la caída de Roma. Una obra muy original, que demuestra que aún pueden hacerse muchas cosas nuevas en el teatro, y que recomiendo a todo el mundo. Sin duda, lo mejor que he visto en teatro en mucho tiempo.