Según la Biblia, uno de los primeros mandamientos dados a la humanidad: fue ganarse el pan con el sudor de la frente. Esto es maravilloso, el trabajo es maravilloso, porque a través de este podemos producir nuestro sustento, pero más importante aún, podemos producir nuestra felicidad y la de las personas a las cuales amamos. Pero sé, y estoy convencido que tal vez tú no seas feliz con tu trabajo actual. Te levantas cada mañana como autómata a cumplir un tedioso horario en donde tu salario apenas alcanza para comer, entonces, ¿cómo puedes ser feliz cuándo solo vives para trabajar y nunca tienes tiempo de hacer las cosas que te gustan? Trabajar con el sudor de la frente no es sinónimo de dedicarte a un trabajo que esté robando tu felicidad.
El Creador te ha dotado con una inteligencia inconmensurable, se te asignó LAS HABILIDADES DEL UNIVERSO, entonces, sí ya tienes esas habilidades en tu ser y en tu mente, ¿cuándo empezarás a usarlas?
Yo no tengo idea de cuál es el trabajo de tu sueños, ni sé que habilidades has descubierto en ti. Tal vez tengas un enorme talento para la cocina, o a lo mejor serás un reconocido escritor, o a quizá te convertirás en un destacado deportista, o sencillamente te encantan los negocios, pues no sé qué sea lo tuyo, pero sí sé que debes abandonar cuanto antes ese trabajo restador de felicidad y empezar lo tuyo, y si tu frente va a sudar bastante, pues que sea con eso que te apasiona. No verás resultados inmediatos, pero sí eres constante, disciplinado y pones amor en lo que haces, es cien por ciento seguro que lograrás tus objetivos. Así que, abandona ese infeliz trabajo y HAZ LO QUE TE GUSTA.