¡Dormir! ¿Quién no ha sentido el alivio del descanso después de un día de frenética actividad, o el placer de quedarse en la cama unas horitas adicionales un domingo. Ante estas experiencias la pregunta sugerida en el título parece superflua, pero si lo piensas bien resulta sorprendente que la evolución haya decidido que casi todos los animales deban permanecer períodos de su vida, variables según la especie, en un estado de inconsciencia voluntaria. Además esos períodos son una necesidad fisiológica, es decir, son imprescindibles para mantenernos vivos. ¿Por qué?
La respuesta más obvia sería que es una forma de ahorrar energía. Sí, es verdad, los músculos se relajan, bajan el metabolismo y la frecuencia cardíaca, se reduce un poco la temperatura, etc., pero ese ahorro por sí solo representa muy pocas calorías, no las suficientes para compensar los riesgos si viviéramos en estado salvaje.
Tal vez estarás pensando. ¿Entonces mantenerme más horas despierto y activo no me ayuda a adelgazar? Pues no. En realidad, la supresión del sueño favorece la obesidad, pero ese es tema para otro artículo. Regresemos a lo nuestro: ¿por qué necesitamos dormir? Durante el sueño ocurren una serie de cambios en el organismo, en especial en el cerebro. ¿Qué clase de cambios? Vamos allá.
Lo primero que debemos saber es que el sueño pasa por diferentes etapas. Seguro que has oído hablar del sueño REM. ¿No? Bueno, no importa. REM son las siglas en inglés de “movimiento ocular rápido” (Rapid eye movement) y es la fase en la cual se sueña. Durante la noche se pasa por cuatro fases de superficial a profunda y fase REM, en ciclos de noventa minutos que se repiten. Demasiado sofisticado para servir únicamente como ahorro de energía ¿verdad?
En realidad el sueño es un proceso fisiológico muy importante para la vida. Y no hablamos solo del ser humano. Todos los reptiles, aves y mamíferos necesitan dormir, algunos como los caballos lo pueden hacer de pie y por cortos períodos de tiempo, pero eso no los exime. ¿Qué ocurre entonces durante el sueño?
A nivel físico se trata de un período de reparación de los tejidos, formación de proteínas y en el caso de los niños, de crecimiento, pues es durante este período que se produce la mayor cantidad de hormona del crecimiento. ¿Y a nivel cerebral? Aún hay mucho que aprender al respecto, pero diversos estudios han demostrado que dormir es fundamental para el aprendizaje y la memoria. Es el período en el cual el cerebro se deshace de toda la saturación alcanzada durante la vigilia. Para establecer un símil, imagina que en el día estás ingresando información a tu ordenador llamado “cerebro”, así que por la noche, durante el sueño llevas a cabo el mantenimiento: limpieza de archivos basura, defragmentación del disco, etc., para que al día siguiente esté en condiciones óptimas para recabar nueva información. Por eso el hábito de algunos estudiantes de aprenderse toda la materia el último día y la última noche a expensas de pasarlo despierto con la ayuda de cantidades ingentes de café, no funciona. Tal vez apruebes el examen, pero la mayor parte de lo que estudies pasará pronto al olvido.
¿Y cuántas horas debemos dormir? Eso depende mucho de la edad, así como de cada persona. Por supuesto, los bebés, los niños y los adolescentes necesitarán más tiempo. Los adultos pueden tener suficiente entre seis y nueve horas. Los ancianos requieren al menos cuatro. A cualquier edad tiene fundamental importancia para la salud física y mental. Así que la próxima vez que quieras dormir un poco más un domingo por la mañana, no te sientas culpable, lo estarás haciendo por tu salud.