«Deja que todo arda» de Joana Arteaga

"Deja que todo arda" de Joana Arteaga

Una muerte sin resolver, una historia de amor que son dos y un mensaje contundente: NO AL ACOSO

Fidel salta al vacío.

Marina se queda sola.

Y Lucas... Lucas solo se aferra a la venganza como única salida para no enfrentarse al caos que es su propia vida.

El mundo puede ser terrible a los dieciocho años, sobre todo si tienes que lidiar con las secuelas del acoso escolar, la asunción de culpas y los tiburones que amenazan con devorarte a cada paso que das.

Así, no es extraño que todo esté a punto de saltar por los aires.

Que todo se desmorone.

Que todo acabe por arder.

Cuéntame algo... cuéntame algo que no sepa

Datos técnicos

"Nunca pensé que el miedo hiciera tanto daño. Un daño físico enorme, mayor que cualquier otro que haya sufrido jamás. Un daño que comienza en el pecho pero que se extiende por todas las partículas de mi cuerpo, hasta dejarme a merced de esta horrible sensación de abandono.

Siento que, en una parte de mi alma, en una de las decisivas, donde se alojan las sensaciones y los sentimientos que realmente importan, hay instalado un desierto grande, enorme, del tamaño de todos los desiertos del planeta. Un desierto que me mata de sed, que me deja seco, que se lleva lo mejor que podría haber en mí, dejando en su lugar una calma falsa que me inquieta, que me deja descolocado. Perdido".

Aunque no es la primera novela que leo de esta autora, si es la primera que me resulta tan intensa, emotiva y conmovedora. No sabía qué me encontraría cuando comencé a leerla. Quizás no estaba preparada o no era el momento adecuado para leerla porque me sentí emocionalmente superada por lo que cuenta, por cómo está escrita y por la forma en que tiene de llegar al corazón y jugar con las emociones.

La historia se va desarrollando a través de capítulos en los que cada protagonista, de forma intercalada nos cuenta los hechos y sus vivencias desde sus perspectivas. Llena de giros inesperados hasta el final y poco previsible.

Nos adentramos en la historia poco a poco pero sin perder nada de vista. La autora es muy precisa, incisiva y no escatima en detalles de ningún tipo. No es para nada morbosa pero no esconde o camufla nada, llama a cada cosa por su nombre, sea el que sea sin edulcorarlo.

Los personajes todos me han conquistado. Creo que es la primera vez que no consigo "odiar" a nadie aunque razones no me faltarían. Me ha costado pero he conseguido ponerme en el sitio de cada uno y pensar en cómo sería la vida desde sus zapatos. Creo que esto es algo único y especial que ha conseguido la autora en esta novela. Que seamos capaces de empatizar y de razonar antes de juzgar o señalar culpables.

Fue una lectura agotadora emocionalmente. Me atrapó desde el principio y me tuvo enganchada unas horas pero tuve que parar porque me podía la historia, me angustiaba. No es que cuente algo nuevo, para nada. Por suerte es un tema del que cada vez se habla más y vamos siendo más consciente del problema que representa para la sociedad, pero aun así siempre duele leerlo porque es la realidad de muchas personas, por desgracia.

A pesar de cómo me ha hecho sentir, creo que es una novela muy positiva, que sensibiliza, educa, da mucho ánimo y esperanza. Pero sobre todo nos muestra que siempre, siempre, hay muchas opciones. Sólo tenemos que buscarlas y querer encontrarlas.

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