¡Deja ya en paz esa oreja!

Una de nosotras la tiene últimamente con su hija.... Su Julia vino hace unos días con un nuevo pendiente en la oreja derecha (y van tres...). La izquierda debe ser más tradicional ella, porque mantiene su único arito con mucho estilo. Y no es que a una de nosotras no le gusten las orejas más decoradas, no, que ella también se perforó un segundo orificio, con mucha ilusión, hace un par de añitos (tarde, sí, no se lo digáis más...). Pero le supuso tal infección que, finalmente, optó por quitarse el zarcillo y dejar que cicatrizara el miniconducto. Pues esa misma decisión ha tenido que tomar una de nuestras Julias, porque se le ha puesto la oreja como una bombilla..., y mira que ya se lo anticipó su madre... ¿Y qué os podemos decir de otros "piercings" ("gujeros" de toda la vida....) localizados en otras zonas del cuerpo? A esa nuestra Julia le encantaría trepanar (uy, qué miedo) el ombligo, ante el horror de su progenitora, quien da gracias a Dios de que la morfología del susodicho "centro estratégico" de su niña, con tendencia a salir al exterior en demasía, no le permite el taladro y la consiguiente decoración. Nosotras preferimos decorar con otro tipo de perforados, mucho menos dolorosos, sin ninguna duda.

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Pues no queda ahí la cosa... ¡Que la otra de nuestras Julias le ha pedido a su madre permiso para agujerearse el ombligo! ¡Y ella sí que lo tiene capacitado para la "decoración"! De esta no salimos....
Y teníamos pendiente de contaros un encuentro especial y divertido que tuvimos hace un par de semanas. Fue con una bloguera a la que estamos seguras, casi tod@s conocéis: Anne Charriere, y su estupendo blog Anne Charriere vintage, del que somos adictas casi desde el principio. Un viaje personal la trajo a Sevilla, y tuvo el detalle de llamar para conocernos. ¡A nosotras nos faltó tiempo para quedar! Ella es explosiva, con un carácter jovial y positivo y una personalidad arrolladora que te atrapa y te cobija. Nos contamos nuestros inicios, nuestros planes presentes y futuros, nuestras dudas y miedos... Para nosotras fue como una terapia; salimos de allí con ganas de comernos el mundo y con la moral bien alta.  ¡Gracias de corazón, Anne, por tu cariño y generosidad!

¡Ah! Te hemos hecho caso y, poco a poco, le vamos cogiendo el "tranquillo" a Instagram, aunque todavía no lo hayamos inaugurado oficialmente...