Una de Obispos. Puede haber menores que consientan los abusos, adolescentes de 13 años que están perfectamente de acuerdo y si te descuidas te provocan. Además, la homosexualidad y los abusos son comparables (“la persona practica la primera como puede practicar el abuso de menores”). Hoy en día “no es políticamente correcto decir que es una enfermedad… eso que decía cualquier diccionario de psiquiatría diez años atrás, hoy no se puede decir”, a la larga pagaremos las consecuencias como las han pagado otras civilizaciones. Estas perlas que dejo atrás corresponden a un obispo de Tenerife, las regaló a creyentes y ateos allá por 2007. Hasta la cebolleta estoy con tantos collares que llevo hecho bolita a bolita, que esta tropa no para de vomitar burradas, con perdón de San Borrico.
Ocho años después, mismamente ahora, aparece otro sacerdote y dice que se puede entender la pederastia, la homosexualidad no sabe (pero en todo caso dice también que es “una enfermedad” y que no estaba seguro de poder entenderla). “He estado mucho con niños, los conozco, y sé que por desgracia hay algunos que buscan afecto porque no lo tienen en casa y pueden encontrar a algún sacerdote que cede“. En buena parte los propios niños son la causa de que los religiosos cometan abusos contra ellos, sobre esto último clérigos de algunas diócesis de la iglesia católica, implicadas en graves escándalos de pederastia – Boston, San Diego, Los Ángeles, Dublín, etc. – podrían impartir un master. Escándalos que a la iglesia solo le han costado dinero (pagos millonarios a las víctimas).
Básicamente:
- Buscar afecto es una desgracia, cierto, sobre todo cuando el donante es un representante de cristo en la tierra con credenciales falsificadas.
- Las enfermedades hay que entenderlas o si no es mejor acabar con los enfermos, pero antes les inocul-anos un poco de afecto.
- La curia está en peligro, no puede descuidarse ni un momento porque un menor puede provocarle.
- Una vez provocada hay
sacerdotes que CEDEN. - Un menor debe tener más sentido que un mayor, sobre todo si este pertenece a la iglesia.
Mi teoría es que hay una partida de agua bendita contaminada (o mal consagrada) y que pudiera estar resultando agua maldita por la gran cantidad de niños que se están descubriendo que no solamente desean el abuso, esto casi puede ser normal, sino que lo provocan, hasta parece que lo anuncian así como “Se busca afecto con sexo, firmado, un menor”.
Dios mío, deja ya esa eterna siesta en las nubes y baja a poner un poco de orden antes de que todos los niños quieran alejarse de ti.
Otra de curas: Cardenales