Dejad que los pagafantas se acerquen a mí. Tragicomedia en un acto.
28 julio 2013 por pablobarber
Personajes principales
-Pagafanta: Se dice del varón que, en relación de amistad cercana o cortejo de una mujer, es incapaz de producir una situación de encuentro sexual o sentimental con la misma. Hombre incapaz de ir más allá del cortejo.
-Ana Mato: Ministra de Sanidad del actual Gobierno español, sin currículo previo conocido ni hazañas reseñables, con un extraño poder para desconocer procedencias de coches de alta gama, viajes al extranjero ni maridos corruptos. Otra dato: miembro del Opus Dei.
-Mujeres solas: Dícese de las mujeres que, queriéndolo o no, no mantienen relación sentimental estable con nadie. Algo que dificulta importantemente su reproducción, al estar faltas de varón.
-Lesbianas: Mujeres homosexuales que, esta vez sí, por decisión propia, no tienen varón cerca porque no les sale de los ovarios.
Primer acto
Se levanta el telón. Silencio
En una España sumida en la crisis, la moral y el ánimo de sus habitantes arrastrados por el suelo, surge de entre las tinieblas la fuerza de un superhéroe dispuesto a remediar el mal de muchos. En este caso es una heroína cuyo objetivo es enderezar la ética de un país descarriado y dar felicidad a un grupúsculo de pobres solitarios, varones por supuesto, que son el futuro de la nación.
Consciente de la incapacidad de los pagafantas españoles para mantener relaciones sexuales, castigados por el sempiterno dicho de: “te quiero, pero sólo como amigo” y “eres maravilloso, pero me voy a follar a tu amigo que está más bueno” Ana Mato decide tomar una solución salomónica. Prohíbe la reproducción asistida a mujeres “solas” y lesbianas. ¿Por qué? Pues porque la falta de varón se suplirá con la presencia (y otros órganos) de estos santos jóvenes. Ante la imposibilidad de muchas mujeres de costearse su reproducción, Mato sabe que recurrirán a una solución extrema: acostarse con su amigo Roberto, con el que no tendrían sexo ni aunque se exterminase la especie. Pero ante esa situación una siempre tiene un pagafantas cerca y hábil quitándose los pantalones.
Ana Mato consigue con esta medida satisfacer a los pequeños pagafantas, que le votarán en las próximas elecciones. Además reconducirá las desviadas apetencias de las lesbianas, porque de todos es sabido que un pene endereza cualquier debilidad. Y las mujeres solteras seguirán solteras, pero disimularán.
El acto termina con una ovación interminable, mientras Mato, desde el techo de un flamante Jaguar, saluda a la población enfervorecida.
Se baja el telón
Fin
