Déjame dormir. me importa un carajo tus problemas

El ser humano es genial, fantástico y asombroso. Con qué rapidez damos respuesta a un ataque sin razón en el corazón de la Fraternité y la Liberté. Tanto, que en minutos, cuando don Facebook nos lo permite, nos regala con la foto de perfil provisional para dar aliento a las familias y víctimas de este brutal atentado.

Pero cuidado. Porque resoplan aíres de guerra, se preparan los caballos, las armaduras se pulen, las espadas se afilan. Y de la noche a la mañana pasamos de la más absoluta sociedad solidaria (a medias) con esos refugiados al rechazo con la boca chica.

Había una frase que leí por el mundo ciber en el que una madre le preguntaba a su hijo: " Si nosotros somos lo buenos y matáramos a todos los malos, ¿quieres quedariamos?, respondiendo el hijo: los asesinos mamá".

He ahí, el paradigma de esta sociedad, distinguir. Parece que como en la escala de poder económico, también existe escala de muertes. Según la distancia desde nuestro domicilio, duele más o menos. ¿Duele la muerte de cientos de estudiantes en Kenia?, ¿duele la muerte de miles de niños en Siria?. "Si claro, pobrecitos. Hay que hacer algo, esto no puede quedar así". Esa es la otra cuestión, ¿que hacer?

Cuando veo la reunión del G20 y miro las caras de los "líderes", de verdad, son un poema sus caras. El conflicto musulmán no se solucionará bombardeando como cobardes desde el cielo. Pero claro, ¿quién entra?, si hasta hace dos días Siria era nuestro enemigo. Para empezar, dejemos por favor de vender armas, porque quiero recordar que Rusia, Estados Unidos, Arabia Saudí y... España vende armas a la gran mayoría del territorio de Oriente. Paso siguiente: dejemos de poner peones de ajedrez en esos Estados, con el tiempo, el peón se cansa de su situación y quiere convertire en "reina" donde tiene libertad de movimiento.

Quizás el problema del extremismo venga de más cerca y no de las arenas de un desierto o montañas escarpadas. Hagamos una reflexión sobre nuestro sistema de integración. Generaciones de ciudadanos de pleno derecho y nacidos en países europeos donde se agolpan en guetos de la periferia, donde las oportunidades son escasas y el olvido de las administraciones son muchas, caso del barrio del Principe en Ceuta.

Y por favor, no seamos hipócritas. Seamos sinceros y honesto, no queremos refugiados! queremos tranquilidad y no tener problemas!, no soy mucho de jugar a los juegos de azar donde me toque perder y el reparto del lote sea mayor para mi, porque "dicen" que cobrarán más que un españolito. Por favor, no, no lo queremos aquí... como tampoco queremos que vengan a recoger la fresas en Huelva, o trabajar en los invernaderos en Almería, o de "chacha" de la casa de un señorito (mi madre trabaja desde hace 30 años limpiando casas)... Ah ya! para esos trabajos que vengan, no me interesa, pagan muy mal y es por temporada, pero bueno como estoy muy mal y parado lo mismo hecho unos días, trabajo una temporadita y mientras cobro el paro. Para algunas cosas queremos inmigrantes, pero para otras no.

Pero la verdad, me importa un carajo todos esos problemas, mejor me duermo y mañana será otro día.............

Fotografía: Serie fotográfica del periodista Magnus Wennman sobre los niños y niñas que huyen de Siria, Irak y Afganistán.

Fuente: Mashable

Miguel