Revista Decoración

Déjame que te cuente ...

Por Angelagrar @amenoscuartosal
El pasado fin de semana me encontraba con dos amigas, una de ellas con la dificil tarea de  buscar nuevo empleo. Y nos reíamos de las preguntas que pueden llegar a hacerte en una entrevista. Porque, una cosa está clara, decidirse a salir de tu propio país es difícil, pero ten claro que, una vez lo hagas, las cosas seguirán siendo difíciles cada día.
Y es cierto, que nadie nos dijo que lo primero que tendríamos que aprender fuese a saber vendernos, a saber maquillar nuestra vida anterior y a maquillar también nuestras aspiraciones futuras. Debíamos aprender a que, frente a una entrevista de trabajo, no sirve tener una carrera y unos cuantos años de experiencia en una buena empresa. No, lo importante es destacar lo mucho que has sufrido para llegar hasta allí.
El que quiere contratarte estará esperando que…
Que le cuentes que sufriste un trauma a los nueve años y desde entonces, siendo tam pequeño, soñaste que, estudiando ‘esa’ carrera, cambiarias el mundo. Que por ello, unos años más tarde, te apuntaste a mil ligas de deporte, fuiste delegado de clase y así lograste entrar en la Universidad.
Esa Universidad que estaba a mil kilómetros de casa, donde compartías piso con 8 estudiantes más y tenias que trabajar ‘part-time’ en dos bares distintos para poder pagarla. Mientras que, en tu tiempo libre (si algo puede aun quedarte), hacías de niñera y participabas como voluntario en cualquier ONG de la zona.
Y mientras terminabas la carrera ya estabas solicitando plaza en un Máster prestigioso al otro lado del mundo. Uno que tampoco podrías pagar pero que, gracias al préstamo que todavía estas pagando y, posiblemente, pagaras los próximos 20 años, te sacaste y acabaste primero de la promoción.
Entonces te llovían los trabajos así que volviste a mudarte a una ciudad con un centro financiero importantísimo y, ahora, llegaste al punto en que no sabes cómo acabaste contándole toda esta historia a ese señor de Recursos Humanos. 

Déjame que te cuente ...

A menos cuarto salimos

 Pues déjame que te cuente que curiosamente esas cosas que creías que solo aparecían en las películas las terminas viviendo en carne propia. Que, en momentos, te hacen sentir desgraciado por no haber sido desgraciado en una vida anterior. Que yo siempre pensé que si alguien conseguía de verdad hacer todas esas cosas en su vida antes de los 30 entonces no tendría ni que buscar trabajo ni trabajar para nadie. Pero concluí que, al final, todo es saber contar las historias mejor. Que tenemos que aprender a sacar a relucir lo extraordinario, a dejar de lamentarnos y de recordarnos que en otros tiempos y en otras condiciones nuestra vida hubiese sido mejor...
“Los cuentos de hadas son bien ciertos, pero no porque nos digan que los dragones existen sino porque nos dicen que podemos vencerlos.”
Gilberth Keith Chesterton

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