#DéjameQueTeCuente: el día escolar de la No Violencia y la Paz

Los papasblogueros vuelven a la carga y esta vez es con un carnaval temático con el título #Déjamequetecuente. Para esta primera entrega proponen que hablemos del día escolar de la No Violencia y la Paz.
Si quieres saber más sobre como surge esta iniciativa te dejo el enlace aquí.

Como en casi todas las iniciativas de este tipo que se llevan a cabo en los colegios, hay escuelas que planifican actividades más motivadoras que en otras. Si leéis otros post os daréis cuenta.

Yo puedo contaros lo que hacen en el colegio de mis hijos. Ese día, antes de entrar a clase se juntan todos en el patio y unos cuantos leen unos deseos de paz que han atado a unos globos y que posteriormente liberan para que asciendan hasta el cielo y más allá.

Los más pequeños hacen alguna actividad artística los días previos, como la mano en pintura blanca que llevaba cangrejín, pero los más mayores no tienen ninguna actividad más que respalde esta acción. Si que el profesor les habla y les explica algo, pero breve. Yo le he preguntado que les dijeron y su respuesta ha sido:

- Pues que se pide por la paz, para que no haya violencia ni guerra y bla bla, bla bla, bla bla

Literalmente, con los bla blas y todo. Lo que me hace pensar que no se hace mucho hincapié en el tema. Los niños hacen el emotivo acto y a la hora del recreo vuelta a los empujones, golpes e insultos, a lo normal vamos.

Está claro que es en casa donde debemos inculcar a nuestros hijos valores como el respeto, la tolerancia, la compasión, el amor, etc. Pero parece que en la mayoría de los casos los niños no reciben ningún tipo de enseñanza en estos valores, y con lo que les dicen en el colegio no es suficiente. Y así nos va, así están nuestras escuelas e institutos, así están nuestros jóvenes.

No penséis que estoy en contra de estas actividades, son necesarias, porque aunque sea por un instante, por unos minutos, todos los niños han generado una mente de compasión y amor con sus deseos de paz para todo el mundo. Y por algún sitio hay que empezar, lo que digo es que a este paso costará mucho realizar un cambio significativo y realmente palpable para sacar la violencia de las aulas, de las calles, de nuestras vidas.