Broma pesada donde las haya, esto fue lo que se les ocurrió a los jugadores del Sao Paulo brasileño para “vacilar” a uno de los componentes del cuerpo técnico que dirige Muricy Ramalho.
Y es que con el final del Brasileirao (conseguido por Cruzeiro por segunda temporada consecutiva) y la derrota en las semis de la Copa Sudamericana frente a Atlético Nacional de Medellín, parece que en el seno del Sao Paulo han desconectado ya del curso futbolístico. Prueba de ello es el gol que recibió Rogerio Ceni frente a Figueirense, una frivolidad que en un partido “serio” no debería de haber realizado.
En este caso, y a modo de broma o apuesta, la plantilla decidió atar literalmente al entrenador de porteros, Harold Lamounier, a una de las bases de una portería móvil. Los jugadores abandonaron el campo de entrenamiento y dejaron a su suerte al míster, que tuvo que desatarse por sus propios medios, eso sí, todo bajo una sonrisa.