Dejar de fumar
Suele ser uno de los compromisos más frecuentemente deseados al comenzar un nuevo año. Fumador, no fumador, exfumador La Organización Mundial de la Salud considera que un individuo es fumador si diariamente fuma, aunque solo sea un cigarrillo. El fumador va desarrollando tolerancia a las sustancias adictivas del tabaco, por lo que con el paso del tiempo ese cigarrillo se queda muy, muy corto. El no fumador seria aquel que jamás ha fumado. Y el ex fumador es aquella persona que se mantiene al menos 12 meses sin fumar.
¿Cuanto fumas? En los procesos de deshabituación tabáquica se experimenta el síndrome de abstinencia que será mayor o menor en función del nivel de consumo de cigarrillos. Así se distinguen: Fumadores ligeros: si fumas menos de 10 cigarrillos al día. Fumadores moderados: aquellos que fuman entre 10 y 25 cigarrillos al día. Fumadores intensos: más de 25 cigarrillos al día
Dependencia física, psíquica y toxicidad El consumo del tabaco produce rápidamente dependencia tanto física como psicológica.
La sustancia responsable es la nicotina, que posee una capacidad adictiva comparada incluso a la de la heroína, hasta el punto de que bastan 3 semanas de consumo continuado para provocar un cuadro de abstinencia con la privación. Además basta darse cuenta de que no hay ninguna droga o sustancia de abuso que requiera ser administrada con tanta frecuencia como la nicotina.
La nicotina es un alcaloide presente en las hojas de una planta, nicotiana tabacum y otras variedades ,que se une a los receptores nicotínicos presentes en el cerebro, provocando la liberación de un neurotransmisor, la dopamina, en una zona del cerebro conocida como el circuito de recompensa cerebral.
La necesidad de fumar o el ansia por fumar aparecen por mantener, el nivel de nicotina en sangre, y que estos receptores nicotínicos se encuentren “saciados”.
Los síntomas de abstinencia aparecen incluso a las pocas horas de dejar el último cigarrillo y la máxima intensidad se alcanza a las 48-72 horas, pudiendo prolongarse varias semanas e incluso meses. El cuadro de abstinencia se caracteriza por trastornos del estado de ánimo, generalmente depresión, insomnio, irritabilidad, ansiedad y frecuentemente, bradicardia y aumento del apetito.
Sin embargo además de esta dependencia física, los fumadores desarrollan una dependencia psicológica asociando el tabaco a determinadas situaciones de su vida diaria y que actúan como detonantes de ese ansia de fumar.
En cuanto a la toxicidad resaltar que el humo del cigarrillo contiene más de 4000 sustancias toxicas relacionadas con el aumento de riesgo de padecer diversos tipos de neoplasias como de pulmon, esófago, vejiga urinaria etc. y enfermedades pulmonares, cardiacas y cerebrovasculares.
Diseñar un plan Podríamos diseñar un buen plan para dejar de fumar basándonos en:
- Programa psicológico
- Programa conductual
- Programa farmacológico
Según el grado de dependencia o la mayor o menor motivación es probable que el plan no necesite de todos los programas.
Es importante conocer los motivos por los que queremos dejar de fumar y se recomienda dejar constancia de ello en una lista de motivos. Seguro que encontramos miles.
Es importante estar convencido de nuestra postura de abandonar el tabaco, lo cual no significa que no pueda haber recaídas. Por ello debemos además disponer de argumentos claros que nos ayuden en una recaída puntual, ya que esto no significa perder la batalla.
Es importante implicar también a personas próximas, como la pareja, en el proceso de deshabituación.
Si el aumento de peso que se pueda producir tras dejar el tabaco es motivo de preocupación, una dieta equilibrada y reduciendo el consumo de grasa, seguro que lo evitaran.
Tratamiento farmacológico Se distinguen los tratamientos de primera línea como la terapia de sustitución de la nicotina, el bupropion o la vareniclina y otros tratamientos de segunda línea como clonidina y nortriptilina, además de la terapia combinada.
Tratamiento de sustitución de la nicotina (TSN)
- Permite reducir el síndrome de abstinencia y hace desaparecer los comportamientos placenteros asociados.
- Se deben usar en fumadores con dependencia moderada o alta y motivados.
- No se recomiendan en fumadores de menos de 10 cigarrillos al día.
- Son los únicos que no requieren prescripción médica.
- Se basan en liberar cantidades controladas de nicotina y que poco a poco iremos reduciendo con la finalidad de adaptar al organismo a cantidades cada vez menores de nicotina, hasta la total privación.
- Se presentan en forma de parches, comprimidos y chicles.
Parches de nicotina
Permiten obtener unos niveles estables de nicotina en plasma.
El parche se ha de colocar todos los días en cualquier zona de la piel, limpia, seca, sin pelo y sin heridas, preferiblemente cubierto por la ropa.
Si es un parche de 16 horas se coloca al levantarse y se retira al acostarse. Si el parche es de 24 horas se coloca y retira al levantarse.
En función del tiempo que transcurre desde que te levantas hasta que consumes el primer cigarrillo se recurre al parche de 16 horas o al de 24 horas.
Así si transcurre más de 30 minutos, se utilizara el parche de 16 horas. Pero si no trascurre ni 30 minutos la elección será parche de 24 horas.
Los parches de nicotina 24 horas se presentan en varias concentraciones: de 21 mg, 14 mg y 7 mg, mientras que los parches de 16 horas contienen 15 mg o 10 mg de nicotina.
La duración del tratamiento será de entre 8 y 12 semanas.
Como regla general:
Si el número de cigarrillos diarios consumidos se encuentra entre 10 y 20
- Se puede recurrir a parches 24 horas de 21 mg las cuatro primeras semanas, y después reducir a parches 24 horas de 14 mg las siguientes cuatro semanas.
- Si optamos por parches de 16 horas, las cuatro primeras semanas utilizaremos parches 16 horas de 15 mg, y seguiremos con parches 16 horas de 10 mg durante 2 o 4 semanas más.
- usaremos parches 24 horas de 21 mg cuatro semanas, seguido de parches 24 horas de 14 mg cuatro semanas más ,para terminar con parches 24 horas de 7 mg las últimas cuatro semanas.
- Si optamos por parches de 16 horas, se comienza con parches 16 horas de 15 más 10 mg durante las cuatro primeras semanas, siguiendo con parches 16 horas de 15 mg durante dos a cuatro semanas, para terminar con parches 16 horas de 10 mg en las últimas cuatro semanas.
Chicles de nicotina
Los chicles están formados por un complejo resinoso de nicotina. Al masticarse y gracias al pH alcalino de la saliva se va liberando la nicotina, que se absorberá a través de la mucosa orofaringea. Se encuentran en presentaciones de 2 mg o de 4 mg de nicotina.
Los chicles de 4 mg se toman una unidad cada hora u hora y media, y se recomiendan para fumadores con alta o moderada dependencia nicotínica.
Los chicles de 2 mg se aconsejan en dependencias bajas y se toma una unidad cada hora y media o cada dos horas. En las primeras semanas no se deben superar los 30 mg al día, que suponen 15 chicles de 2 mg.
Se han de masticar lentamente hasta sentir un fuerte sabor amago en la boca y parar, aparcando el chicle entre la encía y la pared bucal. Cuando desaparezca el sabor, volver a masticar hasta que de nuevo vuelva el sabor y nuevamente detener la masticación. Cada chicle libera la mayor parte de su contenido en nicotina en aproximadamente 30 minutos.
Como regla general
- Si se consume entre 10 y 20 cigarrillos diarios se puede recurrir a los chicles de 2 mg y tomar entre 8 y 10 piezas al día durante 8 a 10 semanas.
- Si el consumo diario de cigarrillos está por encima de los 20, recurrir a chicles de 4 mg y tomar una pieza cada hora u hora y media durante 12 semanas.
Bupropion El bupropion (Zyntabac) es un fármaco antidepresivo que actúa inhibiendo la receptación de dopamina y serotonina, asegurando que haya respuesta aún en ausencia de nicotina.
Está sujeto a seguimiento y prescripción médica.
Se prescribe en fumadores muy motivados y alta dependencia de la nicotina.
La primera semana el paciente puede seguir fumando, pero se debe fijar una fecha de abandono del tabaco dentro de las dos primeras semanas de tratamiento.
La duración del tratamiento no podrá superar las 9 semanas.
Se presenta en comprimidos de 150 mg por dosis, tomando 1 o 2 unidades al día.
El tratamiento se iniciará con 150 mg al día durante 6 días y se podrá aumentar la dosis a partir del séptimo día a dos tomas diarias, separadas como mínimo 8 horas entre ellas.
El efecto adverso más importante es la posible aparición de convulsiones, además de posibles interacciones con otros fármacos, lo que hace necesario, como ya se ha comentado un control del individuo que inicia esta terapia.
Vareniclina La vareniclina (Champix) es un agonista parcial colinérgico.
Se une a receptores colinérgicos nicotínicos de modo que posee más afinidad por estos que la nicotina, por lo tanto impide el acceso de ésta a los receptores.
Ayuda a superar el síndrome de abstinencia y bloquea los estímulos de los cigarrillos.
La dosis habitual es de 0.5 mg al día los tres primeros días, continuando con 0.5 mg dos veces al día hasta completar la primera semana. Posteriormente continuar con 1 mg dos veces al día.
La duración del tratamiento suele ser de 12 semanas.
Se recomienda comenzar una semana antes de dejar los cigarrillos y tomar las dosis después de las comidas.
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