Cuántas veces hemos repetido la frase “tengo que dejar de fumar”, comentario que queda en el aire como un buen propósito pero que no llegamos a darle forma, y es que realmente dejar de fumar no es fácil.
La adicción al tabaco tiene una parte fisiológica, relacionada con la nicotina que crea una dependencia física y que genera cuando dejamos de fumar un síndrome de abstinencia, y otra psicológica que tiene que ver con las ideas y sensaciones que van asociadas al acto de fumar.
Suele ser una conducta social asociada a momentos de relax, una sobremesa, tomar un café, reunirse con los amigos. También lo relacionamos en muchas ocasiones con una conducta que nos relaja y que utilizamos cuando nos sentimos nerviosos, cuando hay una situación estresante que nos hace sentir mal utilizamos el cigarrillo para relajarnos. Modificar los hábitos creados en torno al tabaco en muchas ocasiones requiere la ayuda de un profesional que nos acompañe en el proceso y nos facilite llevar a cabo nuestro objetivo.
Cómo dejar de fumar
En primer lugar hay que tener muy claro que queremos dejar de fumar, que es un objetivo importante para nosotros, y resalto “el queremos” porque el “debería” o el “tengo que”, como decía al principio, es algo impuesto desde fuera.
Para que podamos conseguir nuestro objetivo tiene que ser algo que surja desde el deseo de cuidarnos, de sentirnos mejor, de conseguir lo que nos proponemos.
Después tenemos que elegir bien el momento y planificar cómo lo vamos a hacer, hay que ser realistas a la hora de saber que dejar de fumar nos va a crear durante un tiempo ciertos síntomas de ansiedad y un deseo muy fuerte de abandonar el objetivo, por eso tiene que ser un momento donde no haya factores estresantes externos que nos dificulten mas todavía conseguir nuestra meta.
También tenemos que saber por qué fumamos y por qué queremos dejar de fumar, esto nos va a ayudar en los momentos en los que la dependencia física parezca continuar y mantenernos firmes en nuestra tarea. Es importante ir adquiriendo hábitos más saludables que sustituyan al tabaco.
Pero tal vez lo más importante es valorarnos y querernos a nosotros mismo para permitirnos dejar un hábito que nos está perjudicando, saber que si queremos somos capaces de conseguirlo aunque nos cueste mucho esfuerzo.
¡Si quieres puedes dejar de fumar, no lo dudes!