Los viernes casi siempre cierro la lectura de El Cultural con la entrevista "Esto es lo último" que el suplemento hace a alguna personalidad de la cultura. Una pregunta, salvo en algunos pocos casos, que se repite como la última de un cuestionario que inquiere sobre el libro que el personaje tiene entre manos, sobre sus hábitos de lectura o sobre qué tipo de música escucha en casa. La última proposición es "Déjenos una idea para mejorar la situación cultural de nuestro país". Hoy responde a ella el filósofo Manuel Cruz: "Poner en un pedestal a quienes se dedican a la enseñanza a todos los niveles". Después de leerla he pensando en la cantidad de veces que uno de los entrevistados en esa sección ha respondido algo similar. Como conservo apiladas decenas y decenas de ejemplares de El Cultural no me ha llevado mucho tiempo constatar la apabullante mayoría de respuestas que mencionan la educación como remedio. Pongo unos pocos ejemplos: "Absoluta prioridad a la educación" (Santiago Auserón, 15.11.2019); "Copiar el modelo educativo de los finlandeses y todas las medidas de protección a la cultura de los franceses" (Isabel Coixet, 13.12.2019); "Dar mucho mejor trato a los profesores. Hacen un trabajo muy importante" (Cristina Rosenvinge, 29.3.2019); "Invertir en educación [...]" (Josep Pons, 8.5.2020); "Intentar lo imposible: negociar una ley educativa mayoritaria en la cámara e impulsarla con todo el dinero que se pudiera detraer de otras prioridades. Sería indispensable rebajar el papel de la Iglesia Católica y de los nacionalismos y provincianismos diversos. Como se ve, utopía pura" (Emilio Martínez Lázaro, 22.5.2020); "Creo que todo comienza en la defensa de una buena educación pública" (Elvira Lindo, 29.5.2020); "Sonroja por obvio: dotar de recursos a la educación" (José Luis Guerín, 13.3.2020). Y así un montón.