Revista Arquitectura

“Dejemos de embalsamar las ciudades” :: Rem Koolhaas habló en la Bienal de Venecia

Por Arquitecturas @arquitectonico
IMAGINACIÓN. KOOLHAAS PIDE CREATIVIDAD PARA HACER QUE LO QUE SE PRESERVA PUEDA MANTENERSE VIVO, A LA VEZ QUE EVOLUCIONA. Foto: Clarín.com, Arquitectura

IMAGINACIÓN. KOOLHAAS PIDE CREATIVIDAD PARA HACER QUE LO QUE SE PRESERVA PUEDA MANTENERSE VIVO, A LA VEZ QUE EVOLUCIONA. Foto: Clarín.com, Arquitectura

En la Bienal, donde recibió el León de Oro a la trayectoria, Rem Koolhaas habló de las ideas que trajo a la muestra.

Por FRÉDÉRIC EDELMANN, LE MONDE, ESPECIAL PARA CLARÍN

¿Por qué evita pronunciar la palabra patrimonio? –Desde hace años, siento la necesidad de abordar el tema de la preservación, en especial en estos últimos siete años, cuando se nos pidió estudiar la extensión del Museo del Hermitage de San Petersburgo. Siempre me resultó difícil participar en la Bienal de Venecia. Este año, mucho antes de saber que obtendría el León de Oro, me dije que era el momento de poner las cosas en claro. Es una reflexión, e incluso una verdadera angustia personal, aunque los socios de la agencia participen en este trabajo.

–¿Cuáles son las propuestas que usted trajo a Venecia? –Diría que hemos llegado a la siguiente conclusión: por un lado, hay una verdadera obsesión en torno a la idea de preservación. Esto nos remonta a los primeros tiempos después de la Revolución Francesa, luego, todo fue codificado, reglamentado. Pero, a partir de la preservación de los monumentos históricos, de la arquitectura gloriosa, el campo de la preservación no ha dejado de ampliarse… –¿Se refiere a la lista del Patrimonio mundial de la Unesco? –No sólo a eso, aunque si es verdad que en la actualidad incluye tanto palacios, ciudades, como el campo de concentración de Auschwitz, paisajes naturales, etc., no puedo menos que estar de acuerdo con esas elecciones. Ellos son perfectamente conscientes de los problemas que yo denuncio, y hay que ayudarlos a encontrar soluciones. En la Unesco los criterios de selección son elásticos y ambiguos. Asimismo, no se reflexiona sobre la manera en la que se busca detener el paso del tiempo, cómo lo que se preserva puede permanecer vivo a la vez que evoluciona. Salvo por razones de imposibilidad financiera, hay que dejar de embalsamar las ciudades, monumentos o partes enteras del mundo. Hace falta creatividad, dar libertad a la imaginación.

–Su segunda afirmación se focaliza en la arquitectura llamada moderna… –Sí, en la voluntad empecinada, en todo el mundo, de hacer desaparecer todas las huellas de la arquitectura de las décadas posteriores a la Segunda Guerra. El número de edificios que desaparecen es realmente increíble, como si se tratara de erradicar el pensamiento social que le pertenece. No se trata sólo de estética arquitectónica o urbana. Las consecuencias de ese hecho son fundamentalmente políticas, aunque sólo sea en la medida en que esas destrucciones conducen a borrar testimonios de la historia.

vía “Dejemos de embalsamar las ciudades”.
Actualización: 5 de octubre de 2010

Sobre los dichos de Koolhaas

María Sola opina acerca de la entrevista a Rem Koolhaas … “Para dejar de embalsamar las ciudades primero habría que tenerlas embalsamadas. Los americanos todavía no hemos embalsamado nada y menos los argentinos. La macana es que esto va derecho a las facultades de arquitectura y los ‘intérpretes’ bajan este discurso a los chicos sin contexto. Eso pasa en Europa, donde el dolor que les produjo la demolición de ciudades por los bombardeos de la Segunda Guerra les hizo aferrarse en exceso a un patrimonio edilicio al que muchas veces le falta oxígeno para estar bien habitado. Trasladar este concepto a la Argentina, donde ni siquiera se aplican los criterios de preguerra europeos sería letal para los escasos bienes patrimoniales que nos quedan.”


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