Revista Economía
Cuando recientemente me postulé como economista indignado planteando la necesidad de un cambio profundo, ni en mis mejores sueños hubiera imaginado que en cuestión de semanas cientos de miles de personas comenzarían a protestar y reflexionar en público. Pensaba que aún hacía falta mucho tiempo para que el debate llegara a la sociedad, y en estos momentos me congratula comprobar que una vez más, cómo “buen” economista erré en mis previsiones.
Y ahora nos encontramos en un punto crucial, para tratar de convertir en realidad la necesidad de poner la política y la economía al servicio de las personas. Hay incluso quien, quizás llevado por una euforia desmedida, compara el movimiento nacido en España en 2011 con el acaecido en Francia en 1789: una protesta contra el absolutismo (en este caso no de las monarquías, sino de los mercados y la casta política). En cierto modo así es el carácter de este país, aparentemente manso e ignorante, pero con estallidos puntuales tanto colectivos (Imperio del s.XVI, Constitución de 1812, II República, Transición…) como individuales (Cervantes, Goya, Ramón y Cajal, Ortega y Gasset, Picasso, Buñuel…) que catapultan periódicamente España a la vanguardia mundial.
Humildemente considero que la clave del éxito será una articulación coherente y eficaz de las protestas (y sobre todo de las propuestas constructivas) en 5 niveles:
- A nivel de barrio (asambleas locales) Listado Barcelona Mapa acampadas- A nivel de ciudad (lógicamente este nivel intermedio sólo tiene sentido en las grandes capitales) Barcelona Madrid- A nivel provincial/regionalBarcelona- A nivel estatal¡Democracia Real Ya!- A nivel global:de momento sólo hay una fecha objetivo para llevar a cabo una ambiciosa pero necesaria protesta mundial: el 15-O. Aunque el 15-M ha sido genuinamente español, la reivindicación: “No somos mercancía en manos de políticos y banqueros” (o su traducción más directa y popular: “no hay pan para tanto chorizo”) es de carácter universal.
Para que la iniciativa cuaje hace falta aún mucha pedagogía (aunque buena parte de la ciudadanía ha demostrado un elevado e inesperado grado de concienciación, especialmente entre el colectivo más joven), convicción individual y colaboración en red.
La naturaleza es sabia, y probablemente por eso lleva dos días lloviendo en Barcelona. Sabe que una importante semilla acaba de ser plantada, y esta es su manera de colaborar para que germine.